16 sept 2007

LA BODA.

    Mi lucero del alma es muy especial, tiene una habilidad increíble para ganarse a la gente y conseguir hacer siempre lo que quiera sin que lo parezca. 
    Fue el Intimo de Irma, quien descubrió que mi Lucero del Alma tenía muy desarrollado el Lado Femenino. 
Yo esto, siempre se lo he atribuido a la influencia de sus hermanas, aunque son nueve hermanos, el siempre a estado muy ligado a las chicas, la mayor lo medio crió junto con su madre, y para su otra hermana era el compañero ideal de viaje, en fin que lo adoraban. 
Imagino que os preguntareis donde quiero ir a parar.
Cuando cumplí los dieciocho años lo tenía muy claro, quería irme a vivir sola, ya lo hacía todos lo fines de semana, pero yo quería más y así se lo comuniqué a mi Lucero del Alma:
- He decidido irme a vivir sola- le dije una preciosa noche de verano muy ilusionada. 
– Sí. 
– Sí, ya tengo trabajo y me apetece mucho salir de casa. 
– Genial y ¿Dónde? 
– Pues en algún piso de alquiler. 
– Vale, pero podré ir a verte. 
– Por supuesto - pensé yo sin saber donde quería ir a parar. 
– Y alguna noche me podré quedar a dormir contigo.  
– Pues claro, también lo hago por eso, para tener intimidad - respondí encantada 
– Pues entonces también te ayudaré a buscar casa, tú sola no vas a poder pagarlo todo. Y ya que vamos a vivir juntos, ¿por qué no nos casamos? Total, es lo mismo, y así tus padres no se llevan un sofoco.
– Bueno, no es lo mismo.
– Sí es lo mismo, si vamos a estar juntos, mejor nos casamos y todos tan felices. Nos hacemos un viajecito y todo. 
– Visto así... Pero sólo me caso cuando terminen la Almudena - Fue lo único que se me ocurrió para retrasar la boda. 
– Entonces pronto, ya casi esta. 
– Si decían que faltaban diez años por lo menos. 
– Sería otra, tú no te preocupes que yo lo arreglo. 
Poco tiempo después me dijo que tenía hora para la boda y que los andamios los quitarían a tiempo, de esto hace diecisiete años, en aquel momento la Almudena no estaba terminada, pero mi Lucero del Alma, hábil como el solo, cuando quiere salirse con la suya y aprovechándose de mi total carencia de conocimiento en iglesias y catedrales, me llevo a San Francisco el Grande, donde estaban restaurando los murales de pintura de las paredes con unos enormes andamios, mostrándome lo avanzadísimas que estaban las obras
En fin, que cuando me enteré, ya estaba hasta ilusionada y me daba una vergüenza atroz reconocer que no era capaz de distinguir una iglesia de otra. Y así es, como termine felizmente casada con mi Lucero del Alma.

1 comentario:

  1. Nenaaaaaaaaaa!! qué encanto tu lucero del alma!!!!!!!

    me pido uno pa reyes!!!!jejejeej

    Besos
    Elly

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