28 ene 2010

COMIENZOS COMUNITARIOS.

Queridísima Cruela, aquí en esta mi comunidad lo de llegar a las manos es una tradición, ya en los primeros años mis adorables vecinos apuntaban manera.

Para que os hagáis a la idea os comentaré un poco como es, esta comunidad.

Las viviendas son de la EMV y son como unos adosados y al fondo dos bloques de edificios formando una especie de cuadrilátero, ja, ja, ja, nunca mejor dicho, dejando un espacioso patio en el centro.

Pues bien, en el primer año de convivencia, comenzó a correr el rumor que dos de las casas en vez de utilizarse para viviendas, iban a ser un  centro de drogodependencia, y claro como no podía ser de otra manera, se armó la gorda, no se les ocurrió otra cosa, que una noche tirar a base de pico y pala, una especie de rampa que habían levantado de hormigón para acceder a las dos viviendas, que se suponía iba a ocupar dicho centro.



Al final, para más INRI terminó siendo una residencia para acianitos en vez de un centro de drogodependencia, de ahí que hicieran la rampa, en vez de las escaleras todavía andamos preguntándonos, ¿Quién fue el condenado, que filtró la noticia? Y lo más importante ¿Cómo demonios confundió un centro de drogodependencia con una residencia?
No hubo denuncia por que los señores de la Orden de Malta no querían publicidad.

El patio central al que dan todas las casas de la comunidad también ha sido un lugar de permanente conflicto, algunos vecinos decidieron apropiarse de parte del terreno y otros protestaban por que no dejaban acceso a los niños, teníais que ver a mi vecino el paparrazzi pico en mano, diciendo al vecino futbolero, que si pillaba el balón lo picaba también y ya se sabe que sí, que no, que la sangre no corrió, por que conseguimos quitarle el pico de las manos, que si no…..



No todo es malo por supuesto, además de las broncas, el patio era lugar de reunión, cenitas comunitarias en verano, timbas de Mús., lugar de juego de los niños y fiestas de cumpleaños.

Las puertas de las casas siempre estaban abiertas, por que los niños desde que podían andar ya entraban y salían como perico por su casa, todo eso cambio con Manuela.

Manuela fue la última en llegar, al principio aunque los gritos se oían en todo el patio, se dedicaba a amargar sólo a su marido, al que por cierto le llevaba engañando 20 años con su jefe (funcionario como ella) y se lo gritaba todos los días. La jodia encima se quejaba por que decía que su marido no quería saber nada de ella, que ya le decía yo, hombre si tu le has dicho que no le quieres y que estas con otro ¿que esperas mujer?

Pero Manuela es así, ella decía que una cosa no tenía que ver con la otra. Como para entenderla vamos, al final el pobre hombre se fue de aburrimiento y el hijo al año, decía que su madre no le dejaba estudiar, debe ser la única madre, que no deja estudiar a su hijo, para que terminé su ingeniería de caminos ¡Manda huevos!

Manuela y mi vecina Paca eran muy amigas, hasta que Paca fue nombrada presidenta, esa reunión fue la más surrealista a la que yo he podido asistir.

Nada más llegar el administrador, Manuela decidió decirle de todo menos guapo, Pica piedra le dijo que se callara y la que se formó.

Manuela se acordó de la venerable madre de Pica piedra y la coloco en un burdel, a lo que el hombre saltó puño en alto, que si la engancha, estaríamos buscando los trozos todavía, gracias a que el taxista en forma a pesar de su barriguita le engancho en el aire y lo bloqueó, que tiene merito por que Pica piedra mide 1,90 y está fuertecito.



Ha esto la teatrera de Manuela fingió uno de sus famosos desmayos y es aquí cuando el pobre administrador dejó de entender nada, los vecinos lejos de preocuparse por la despanzurrada Manuela, se pusieron a hablar tranquilamente, el hombre los miraba como si no pudiera entender, pero siguió con la reunión.

Al cabo de un rato la presidenta le dijo a Manuela que se levantará, que necesitaban colocar en su lugar la mesa, para las firmas, y Manuela muy digna y dolida se fue pa su casa. En ese punto comenzó la guerra de las dos, Manuela y Paca mano a mano y aun sigue, juicio viene, juicio va. Como en todas las guerras hay daños colaterales, y es ahí donde entró yo, por ser la vecina más próxima a Paca.


Y no sigo por que las aventuras de Manuela y las desventuras de los vecinos son mucha, demasiadas y no quiero saturar al personal, que ya se estará arrepintiendo de haber comentado nada.



1 comentario:

  1. Puf la verdad es que no hecho de menos vivir en comunidad ... la tuya se las trae eh ? sigue contando !

    Besos !

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