COMO CENAR EN FAMILIA Y NO MORIR EN EL INTENTO

 

            Todos los años mi Lucero corre la San Silvestre y este año mi padre, decidió verle por la tele.

 

Mi padre es mayor y ya se sabe que las neuronas se mueren con los años, al pobre le deben quedar muy, pero que muy poquitas, lo digo desde el cariño, por que no deja de ser mi padre y en el fondo, le quiero, aunque haya veces que me den unas ganitas de estrangularlo, pero bueno eso será otro post.

El caso es que mi padre estaba viendo la tele, cuando mi Lucero entraba por la puerta, se quedó mirándolo incrédulo, ya que él estaba viendo la carrera en diferido por la tele y no se le ocurrió otra cosa que preguntarle.

 

-         ¡Haber pollo! ¿Tú, dónde te has corrido?

Mi Lucero con cara de que echo yo para merecer este suegro, se levanto ligeramente el jersey, mirándose sus zonas más nobles, en la creencia de haberse manchado en algún momento de algo sin haberse dado cuenta y levantando la cara como preguntándose

 

-         Pero ¿qué has bebido? Que te sienta tan mal- Le dijo mi Lucero a mi padre.

A la par que mi hermana Alex y yo, no podíamos por menos que morirnos de la risa, ante él equivoco.

-         Pues que estoy viendo la carrera. Hace 10 minutos que el primero entró en la meta y tu no puedes estar tan pronto en casa, tú no has corrido, tú has estado de cañeo.

-         El que ha estado de cañeo eres tú, que no ves que la carrera es en diferido.

-         Si pone Directo.

-         Si pero no ves que están corriendo de día y ya es de noche, hay que ver que no té enteras.

Como nos iba a dar algo de la risa, me fui a la cocina, para echar un cable a mi madre y mi tía que andaban por allí.

 

-         Creo que voy a echar más caldito al cordero ¿Verdad? – Le decía mi madre a mi tía.

-         ¡Pero si el cordero esta nadando en el horno, menos mal que está muerto, si no se hubiese ahogado! – Me dijo mi tía en bajito para que no la oyera.

-         No me hagas esto tía que tengo la risa floja y mi madre se nos va a mosquear.

-         ¿Que estáis diciendo, no os meteréis con mi cordero?

-         No mami, que dice la tía que lo mismo te esperes un ratillo, para echar el caldo.

-         No, que luego se seca mucho.- Y como no podía ser de otra manera lleno la bandeja de líquido.

No os lo vais a creer, cenamos en tiempo record una hora y cuarto, fue suficiente, para meternos pa el cuerpo, entremeses, ensalada, primero y segundo y con postre incluido y todo esto sin despeinarse mi madre, que corre que se las pela, nos os digo más, tiene los mismo gemelos que Ronaldo, palabrita del niño Jesús, una fiera, antes de que termines el plato, te lo está quitando, que nos vemos todos con el tenedor lleno, metiendonoslo en la boca, mofletes hinchados, como si fuéramos patos de engorde.

El cordero, el cordero es otro post por si sólo, duro como un pedrusco, más seco que la mojama, debido a que mi madre lo tubo mucho, pero que mucho tiempo y no apago el horno, pero en fin esas cosas pasan en las mejores familias y la mia para que lo vamos a negar es de traca.

Eso si terminamos muertos de la risa, por que con mi madre no se puede y le puede la presión, siempre dice lo mismo que no llegamos a las uvas y nos da tiempo a embolingarnos mientras las esperamos una horita de reloj, es que en mi familia tenemos muy buen saque.

En fin que entre pitos y flautas, paso la noche, no nos acostamos tarde, por que mi madre es igual de rápida para todo y nos hecho muy pronto de casa, pero lo pasamos en familia y eso es lo realmente importante.