1 abr 2011

LOS OJOS DEL DESIERTO II

La oscuridad es absoluta, Maria comienza a tener consciencia, siente un agudo dolor en la cabeza, cuando intenta tocarse, descubre que no puede mover su mano derecha, lo intenta con la izquierda, es cuando se da cuenta, esta atada.

-         ¿Estaré muerta? – Se pregunta así misma y comienza un dialogo en el que ella es la única interlocutora.
-         ¿Si estoy muerta por qué puedo pensar? ¡Ha! Los muertos piensan.
-         ¡No! No puede ser, siento dolor. ¿Los muertos pueden sentir dolor?
-         No creo, vaya birria de muerte entonces, además hace un calor insoportable.
-         ¿Estaré en el infierno? No hay llamas, ni demonio con rabo rojo, ni nada. Lo mismo aparece ahora.
-         ¡No! No puedo estar muerta, hay demasiada lucidez en mi cerebro, estoy a oscuras y atada de pies y manos. ¡Sí! Eso es lo que me ocurre.
Poco a poco va recordando.
-         Recibí un golpe de eso estoy segura, no debí girar la cabeza, seguramente estuve corriendo en círculos.
-         ¡Estúpida!– Se reprocha así misma.- ¿Cómo pude pensar que podía escapar? Se habrán reído de lo lindo, ha debido ser tan fácil para ellos.
Detiene sus pensamientos, para intentar oír algo, lo que sea, pero nada, el silencio es sepulcral, ni siquiera es capaz de saber cuanto tiempo puede haber pasado sin conocimiento.
No quiere concentrarse en el dolor de su cabeza, así comienza a pensar en como demonios ha llegado hasta aquí.
Todo empezó en un viaje de singles a Paris, llevaba un año separada dando palos de ciego y sintiéndose fatal, por eso cuando Noa le hablo del viaje, pensó que sería una buena idea el hecho de conocer gente en una situación similar a la suya.
No lo pensó y Noa le organizó el viaje en menos de dos semanas, por si se arrepentía.
Ella conocía Paris de otros viajes, pero el lugar era lo de menos, así que maleta en mano comenzó su viaje en el aeropuerto de Madrid, destino Paris.
Una vez alojada en un hotel muy céntrico, decidió pasear un poco antes de la cena con sus compañeros, la ciudad estaba preciosa, la tarde era soleada aunque los días eran menos largos anunciando el final del verano.
Una hora de camita y ya estaba muerta de hambre, por eso decidió volver al hotel, iba mirando su mapa, cuanto tropezó con el.
Estuvo a punto de perder el equilibrio, pero sus fuertes y seguros brazos la sujetaron evitando la caída. Caída inevitable dicho sea de paso, ya que ella se deshizo de los brazos con tanta fuerza que termino en el suelo de igual manera.
- Mierda – Exclamo tocándose el trasero dolorido.
En ese momento el le hablo en un español bastante fluido.
-         Desea que la ayude.- Le dijo con una sonrisa.
-         No, no hace falta, ya me valgo yo solita para hacer el ridículo.
-         Se ha asustado, eso es todo.
-         Sí, eso ha debido ser.- Le miro y por un momento pensó, - Ha este le han pegado la sonrisa con loctite.
El recogió el plano del suelo y se lo ofreció mientras decía.
-         ¿De turismo?
-         Sí.
-         En que hotel se aloja.
-         Está a la vuelta de la esquina, no recuerdo el nombre.- Quería quitárselo del medio, no se fiaba nada de el.
-         A la vuelta no hay ningún hotel.
-         Es esto un interrogatorio, me habré confundido, así que si se aparta seguiré buscándolo.
-         Sí se fiará de mí, yo la acompañaría.
-         Prefiero ir solita.- Le estaba ya cargando tanta sonrisa Profiden.
-         Muy bien, lo que usted quiera, un placer conocerla y siento lo de su trasero. – se apartó y comenzó a andar en dirección contraria.
Maria no le dijo ni adiós, estaba pendiente de ver si el pantalón blanco de lino se había manchado al caer, una vez comprobado que no, siguió su camino hasta el hotel.
            Lo siguientes días los paso rodeada de sus compañeros, entre los que se sentía muy a gusto, probablemente por que la mayoría era homosexual y eso le daba mucho margen para ser ella misma y no tener que andar adornándose como un árbol de Navidad.
            Un día a la salida del Louvre su guía se paro a charlar con un hombre, a ella le sonaba y cuando le miró más atentamente, le sorprendió reconocer al mismo hombre con el que tubo el encontronazo tres días antes.
            El al verla la saludo le hizo un gesto de saludo con la mano y se fue.
-         ¿Quién es? – Le pregunto intrigada Maria.
-         Es un magnate Libio, le conocí hace 6 meses cuando llego a la ciudad, yo fui su  guía, ahora somos amigos. ¿le conoces?
-         Más o menos, me tropecé con el y no fui muy cordial que se diga.
-         Está noche vamos a un concierto, si quieres puedes venir y aclararlo.
-         Después de cómo le traté no creo que le apetezca volver a verme.
-         Creo que te equivocas, ha sido el quien me ha pedido que te invite.
-         ¡De verás!
Un ruido la hizo volver a la realidad, ahora esperaba la muerte, que otro sentido tendría si no todo esto.

10 comentarios:

  1. Buenooooooo tu me vas a dejar siempre con la miel en los labios, ¡Concierto yaaaaaa!
    Me gusta que dirías en Facebook
    Un beso y buen finde

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  2. Eso no se hace...hasta el lunes esperando...ainsss XD menos mal que tengo a mi macizo,que si no.....
    Besazos reina.

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  3. 40AÑERA: Tesoro es que la historia es un poquito larga y no puedo abreviar, ni aburriros.

    Un besazo.

    MORGANA: VAYA BIRRIA DE REGALO, QUE NO LO SUELTAS, A VER GUAPITA CUANDO ME TOCA, QUE ERA PARA MÍ, NO SE SI TE ACUERDAS, JA JA JA

    UN BESAZO.

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  4. Ya se va aclarando todo, que la semana pasada había quedado algo confundido.
    Ahora, me temo lo peor.
    Un besino.

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  5. Valdomicer: Yo también que es lo peor.

    UN besazo.

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  6. Me he leído los dos post, que intriga nena, que futuro le depara a María ? sácanos pronto de la duda ...

    ¡Besos y buen finde !

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  7. No se yo si esto va a acabar bien....
    pero vamos bien eso si.
    Biquiños

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  8. BET: Si es que esta muchacha, no deja de meterse en lios.

    Un besazo.


    DDMx: Pues eso espero, por que si no me va a matar a mi más de uno.

    Un besazo.

    SIDRINA: Gracias cielo, es todo un aliciente.


    Un besazo.

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  9. Odry, me ha resultado buenísimo.....creo que hay momentos en la vida que cuando ocurre algo bueno, o que creemos bueno, nos parece imposible.
    Mil estrellas de alegría y credulidad, por si las moscas
    Sherezade

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