2 sept 2012

EL MISTERIO DEL ENANO


Hace un par de años publique el siguiente blog, hoy lo reedito por que mi siguiente blog, será la solución al dichoso misterio.

Lo siento mucho, mi querida Súper Be, pero esta historia tenía que contarla, sin más demora, la incertidumbre y sensaciones que ahora tenemos, dudo mucho que sean las misma que tengamos al final del camino, más que nada por que seguramente cuando llegue el final, nada será lo que parece y nos moriremos de la risa de ver lo crédulas que podemos llegar a ser.
Casi todos a lo largo de nuestra vida, nos hemos encontrado con personas que nos han dejado perplejos, persona a las que incluso sin conocernos, sabían cosas de nosotros, como secretos, vivencias, preocupaciones, etc.
Muchas veces he oído este tipo de historias e incluso las he vivido y contado, lejos de molestarnos que un desconocido/a sepa sobre nosotros, se produce el efecto contrario, no se muy bien si es por lo especial que te hace sentir que alguien se paré en ti, cuando cientos de personas nos rodean o el hecho de que alguien tenga la facultad de saber, que es lo que nos ocurre, lo que nos ha ocurrido, o lo que nos puede llegar a ocurrir, imagino que algo tiene que ver nuestra naturaleza cotilla.

Un caluroso día de verano estaba yo en la biblioteca, cuando de repente sentí clavados en mí unos ojos, me volví tan deprisa que casi pierdo el equilibrio, ya que estaba en cuclillas. Me encontré ante un enano con un carrito de limpieza, me miro fijamente y me dijo:
Eres una mujer muy intuitiva.
- ¿Qué? – La verdad es que no la había entendido nada y llegue a pregunte dos veces más hasta que le entendí, que debió de pensar el pobre, intuitiva mucho, pero sorda como una tapia la jodia.
- Que eres muy intuitiva.
- ¡Un poco! – Le dije sin saber muy bien a que venia.
- No, sabías perfectamente que te estaba mirando y te has girado directamente en mi dirección.
- ¿Sí? – Pensé que lo único que quería era entablar una conversación.
- Sí.
- Vaya, pues gracias. – ¿Que le podía yo decir?
- Nada, ¡Hasta luego!
- ¡Hasta luego! - Le dije aliviada, al dar por terminada la conversación.
Cuando iba a salir de la biblioteca me lo volví a encontrar y me dijo:
- ¡Eres un bombón!

Yo solo sonreí y deduje que la otra conversación se debía más a mi mini falda que a cualquier otra cosa. Puede que me equivocara.
Meses después de aquello, llamo Súper Be a mi puerta.
- ¡Odry! Que si te vienes el miércoles a eso1.
- ¡Vale!
- Viene mi prima también.
- ¿Me llevo eso1 entonces?
- Sí.
- Pero no va a pensar tu prima que estamos para que nos encierren.
- No, no te creas hace poco le ocurrió algo, que la tiene intrigada y al contármelo a mi también, por que es parecido a lo que me paso a mí.
- ¿El qué?

- Se encontró un día con un enano que se acerco a ella y le dijo:
- Llevas muy mala racha, por eso no lo pienses más, tienes que empezar a pensar en ti y en tú hijo y no pensar tanto en los demás, tienes que dedicarte tiempo a ti misma y dejar de sentirte así.
Intercambiaron unas palabras, ya que mi prima no sabía a que venía aquello y cuando le dijo que tenía que irse el le ofreció, que se sentarán a hablar del asunto, a lo que ella le dijo que no, ya que pensaba que lo que quería era ligar con ella y entonces, le apunto su teléfono en un papel y se lo entrego, diciéndola que en caso de que lo necesitara, podía llamar para hablar con el y que no pensaba cobrarla.
- ¿No sería en la biblioteca? – Exclame. En el momento que dijo la palabra enano, me hizo pensar en lo que me paso justo al comienzo del verano, ¿no me preguntéis por que?
- Sí, a ti también te ha pasado.
- No justo así, a mi me pareció más un coqueteo, debido sin duda a la minifalda.
- Pues es que a mí también me paso algo.
- ¡Contra, cuenta que me tienes en un sin vivir en mi!
- Estaba comiendo un sándwich, mientras espera al niño y se me acerco, fue educado y yo pensé que quería ligar, así que le hable, pero no le dí mucha conversación, nos despedimos y al rato se acerco a mí y me dio un papel, en el había escrito algo y su teléfono, en eso momento yo me encontraba bien, y no le dí importancia, incluso tiré el papel, pero empezó a tener sentido meses después.
- ¡Coño, que a mi el enano no me dio el teléfono! Tampoco me dijo nada especial.
- ¿Cómo que no? Te dijo que eres muy intuitiva y eso ya lo sabes tu, pero no la gente que no te conoce. ¿Te das cuenta de que a cada una le ha dicho algo sobre ella misma o su vida?
- ¡Hombre visto así! ¿y por qué no me dio el teléfono a mi también? Ahora me siento discriminada.
- A lo mejor como eres tan intuitiva, pensó:
Ya sabrá esta como encontrarme.
- Eso encima guasa.
- Hemos pensado ir mañana a la biblioteca a ver si le vemos, para preguntarle ¿te apuntas?
- ¡Esto es peor que lo del miércoles guapa! Mira que tres mujeres hechas y derechas estar buscando un enano en una biblioteca.

Así que mis queridos amigos, esta tarde me voy a la biblioteca a ver si veo un enano y preguntarle, por que demonios le da a todas el teléfono excepto a mi.
1. Eso, tiene que ver con el intercambio de favores (no sexuales por supuestos), que en tiempo de crisis funciona más que nunca y que creo que es mí deber no comentar.

6 comentarios:

  1. No cambies nunca¿Lo oyes?Me encanta tu manera de contar las cosas.
    Un abrazo gigante,je,je.
    El enano me dió el teléfono :)

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  2. Pues yo ando sin enano ni telefono, será que no gasto minifalda?

    Besos

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  3. Ooooooo yo no he visto a ninguno!!!!

    Un besote cielo

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  4. Bueno, seguro que tú te mereces algo más que un enano ligón.
    Me ha encantado el relato.
    Un beso.

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  5. Està mal que te lo diga joo' pero dale, no importa si algún dejas la culpa y te atreves, también tu, con el enano.

    Saca la minifalta, el diente de oro y haces una aventura con Be ¡Que diablos! jo

    un beso odry, eres un encanto.

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