Once de la
mañana y hermana que entra en casa como una exhalación.
-¡Odry!
- ¡Esa soy
yo!
- ¡No te
vas a creer la ultima de papa!
- Seguro
que no. Sorpréndeme.
- Sabes que
estamos de obras en nuestra comunidad.
- Sí
- Y que
papa es el presidente.
- Si,
tenemos una familia muy peculiar, pero tenéis un administrador, así que no ha
podido hacer ninguna trastada.
- Como sobre valoras a tu padre.
- Me estas acogonando, ¿Qué ha hecho
mal, esta vez?
- La firma.
- ¡Explícate que me está dando un
parreque! ¿Qué es lo que ha firmado?
- Pues los cheques.
- Pero ¿Qué cheques?
- Haber, papa tenía que pagar a los
pintores y les ha firmado un cheque.
- Eso es lo normal, ¿NO?
- Sí, lo malo es que el pobre pintor
ha tenido que venir dos veces con el cheque, por que en el banco no se lo
quieren pagar.
- ¡Joder, nena! Esto no se hace, ya
me estaba poniendo en lo peor, eso es culpa del banco, que para ingresar no
ponen pegas, pero para sacar, es todo una odisea.
- ¡Si, si, ponte en lo peor!
- ¿Era mentira y los pintores han
cobrado por triplicado?
- No, es que cuando he hablado con
los del banco, me han dicho que no lo reconocían, y entonces le e preguntado a
tu padre, que tipo de firma hace.
- ¿Qué, firma como le sale?
- Eso sería lo normal, hablamos de
tu padre.
- Pues no tengo ni idea.
- Voy a citar sus palabras textuales
“Tonta, firmo de manera diferente para que no la reconozcan”
- Y se ha quedado tan pancho.
- Como le conoces.
- Las escrituras y demás también las
a firmado el, ¿No?
- Tranquila las valida el notario.
- Pues menos mal.
Ese
es mi padre, un hombre que no hace una firma igual, para que no la reconozcan y
se la puedan copiar, a pesar de todo le queremos.