4 sept 2009

¡Que bonito es viajar!

Nuestro primer gran viaje en autocaravana ha comenzado, como no podría ser de otra manera, con los típicos inconvenientes de ultima hora y mira que yo lo intente, llevaba una semana haciendo listas para que nada se olvidara, listas de ropa, de compra, de objetos, de cacharros, listas de todo lo que en las listas se me podía olvidar, pues nada. Sirvieron por supuesto, pero siempre se olvidan cosas, algunas más importantes que otras.
A las 5:00 de la madrugada andaba yo planchando dos lavadoras de ultima hora, como niña con zapatos nuevos por que a pesar del madrugón era nuestro primer día de vacaciones, termine sobre las 7:00 y me puse a colocar todas las cosas necesarias, si ya normalmente nos cuesta hacer una maleta, cuando encima tenemos que organizar una mini casa, en la cual aunque no le falta detalle, es muy, pero que muy pequeñita, creo que cualquiera puede hacerse una idea, sabanas, toallas, sartenes, ollas, cubiertos y hasta unos edredones, que en el norte nunca se sabe.

A las 8:30 empezamos con la mudanza, perdón con la carga de la autocaravana, a todo esto era la hora en la que muchos de mis vecinos salían a trabajar, y como no habían visto nuestra flamante autocaravana y dicho sea de paso mis vecinos otra cosa no, pero cotillos, como ellos solos, había un desfile de cajas, maletas, vecinos, etc., todo ello en un pequeño pasillo de apenas 50 cm. de ancho, vamos un autentico caos, digno de una película de los hermanos Marx y su famoso camarote.
Consecuencias, claro que las hubo, se olvidaron cosas, y eso que todos miraban atónitos ante aquel desfile de cajas, bolsas, y utensilios varios sin camuflaje.

De repente Antonio en medio del caos me comenta que el gas no funciona, -he seguido todos los pasos que me dijo el señor, pero nada que no funciona.
- Bueno no te preocupes, llama al señor y que te diga que es lo que hacemos mal- contesto yo.
- Es que son las 9:30 y ellos no abren hasta las 10:00
- Pues terminamos de cargar y llamas.
Hermana que sube, vecino que baja, un meneo al grifo intentando dejar un cuenco con huevos y a tomar por saco el grifo, -¡vaya! si el grifo es de plástico.
Las 10:30 conseguimos echar a los vecinos, que no a mi hermana, que se empeña en acompañarnos al banco.
Las 11:15 llegamos al lugar de donde sacamos la autocaravana, que además y para nuestra fortuna tienen taller.
Las 13:40 ya habíamos hecho el ridículo con lo del gas, ya que el chico fue a ver si funcionaba y chica a la primera, solo moviendo una palanquita, a la cual Antonio y yo nos habíamos artado a mover sin ese resultado, un grifo nuevo y por fin era el momento de ponerse en marcha, habíamos planeado salir a las 8:00 pero bueno estábamos felices en nuestro desastroso primer día de vacaciones, y no íbamos a permitir que nada lo estropear.
Antes de salir a la carretera nos paramos en el burguer, que los niños ya tenían hambre, después del madrugón, era normal.
15:00 de la tarde por fin la carretera es nuestra, ponemos rumbo a San Sebastián, Antonio lo hizo de un tirón, el dice que no, pero con tal de que yo no me acerque al volante, es capaz de hacerse, Madrid – Paris del tirón.
Llegamos a Doností y nos disponíamos a salir a dar una vuelta por la ciudad en bici, cuando ¡OH Dios! Resulta que las llaves de los candados de las bicis nos las habíamos dejado en Madrid, justo en cimita de los cascos que se supone nos íbamos a poner cuando fuéramos a montar, pero nada podía estropear nuestro primer día de vacaciones, bueno casi nada por que para colmo de nuestros males, cuando ya estábamos todos arreglados para salir, se puso a llover con una mala leche, que nos hizo desistir de esos pinchitos con chacolí de la tierra que tanto nos gustan, se paso toda la noche lloviendo a cantaros, pero la verdad es que en la autocaravana se estaba de miedo y mas con mis edredones nórdicos, de los cuales se habían reído durante todo el camino Antonio y los niños.
En fin que yo pensé, ¿Será así todo el viaje?
Gracias a Dios y para mi fortuna lo mejor estaba por venir.

10 mar 2008

LA PLUMA DEL ESCORPIÓN 3 EL DESENLACE

Una semana mas tarde la policía se presentó en casa de Clara, Ángela que estaba con ella fue la que los recibió y los hizo pasar al despacho para poder hablar más tranquilamente con ellos.

Ángela – Ya saben algo sobre lo sucedido, mi amiga esta totalmente destrozada, no se pueden imaginar lo mal que lo está pasando, ya fue un duro golpe la muerte de mi marido, pero que asesinaran unos días después al pobre Jorge, nos ha quebrado los nervios, no nos sentimos seguras en ningún sitio.
Policía- Sí lo entendemos perfectamente por eso estamos aquí para tranquilizarlas, la investigación prácticamente esta finalizada, y quisiéramos darles los detalles sobre la misma.
Ángela – Voy a llamarla a Clara, estaba echada desde que recibió la triste noticia apenas descansa.

Una vez reunidos todos en el despacho uno de los policías comenzó a explicar todo lo que habían descubierto en la investigación.
Policía – Apenas quedan unos flecos para terminar la investigación, ayer se detuvo al presunto culpable, en su casa encontramos el arma que fue utilizada en los dos asesinatos, además de algunas cartas y documentos que lo involucran de lleno en los asesinatos.
Clara – ¿Cartas y documentos?
Policía – Si señora, además del arma hemos encontrado transferencias bancarias, hechas por sus maridos, da la sensación de que les estaba extorsionando.
Clara - ¿Entonces por que matarlos?
Policía – la conclusión a la que hemos llegado es la siguiente, este individuo comenzó a tener relación con uno de sus maridos, sacándole todo tipo de información y es así como consiguió llegar hasta el otro, jugando con los dos y sacándoles dinero, de alguna manera llegó hasta él una carta en la que el Jorge le daba un ultimátum a Roberto para irse a vivir juntos, viendo que se le acababa el chollo debió producirse algún tipo de discusión con su marido, el señor Roberto, terminando con la muerte de este y su coche en el rio. El señor Jorge debió de olerse algo y el detenido pensando en que podía delatarlo, se lo quitó del medio, con la idea de que nadie encontraría la relación entre los tres.
Clara – Y ustedes como han conseguido localizarlo.
Policía – Gracias a una llamada anónima que nos facilitó datos esenciales, para llegar hasta el asesino.
Clara – ¿Entonces podemos dormir tranquilas?
Policía – Si señora, su pesadilla ha terminado, y aunque todavía no ha confesado las pruebas son aplastantes, este no se libra de un mínimo de 20 años en la cárcel, por mucho que niegue, que el los matara.

Una vez solas las mujeres se miran sonriendo.

Clara – Voy a abrir una botella de champán.
Ángela – Ves como merecía la pena desacerté de el Mercedes.
Clara – Si hija, pero podíamos haber tirado a Roberto con el Ibiza, total para terminar en el fondo de el rio.
Ángela – Roberto nunca conducía el Ibiza, hubieran sospechado y con la empresa a nuestros nombres y el dinero de los seguros, te puedes comprar los Mercedes que quieras.
Clara – Me da pena el señor del bigote.
Ángela - ¿Pena? Les estaba sacando hasta los tuétanos, vivía en un piso de Roberto recibía dinero todos los meses, se merece todo lo que le pase.
Clara – La verdad es que sí, tal y como tu dijiste, nuestro plan era perfecto. Después de matar a esos dos estupidos y con la copia de llave del piso de Roberto, sólo teniamos que esperar el momento apropiado para dejar todas las pruebas incriminando al inbecil del bigote.
Ángela – Si mi vida y ahora nada podrá separarnos.
Clara – Si mi amor y lo mejor es que no solo nos hemos quitado del medio a esos idiotas si no que además nos lo hemos quedado todo.

Las dos brindan con champán y después de dar un largo trago se besan apasionadamente en la boca.
¿Quién dijo que el escorpión no tiene pluma?

11 feb 2008

LA PLUMA DEL ESCORPIÓN 2 PARTE Y NO POR ELLO LA ÚLTIMA

Por supuesto Ángela que era una mujer de armas tomar, puso de patitas en la calle a su hasta aquel día, querido Roberto, proponiéndose dejarle sin blanca.

Lo que es el destino, ¿verdad? Ángela comenzó los tramites de separación, busco el mejor abogado, para poder desplumar a su marido, y en estas estaba cuando un día llamo a su puerta dos agentes de policía.

- Policía: ¡Buenos días señora!
- Ángela: ¡Buenos días!
- Policía: Estamos buscando a la señora de D. Roberto Cortijo.
- Ángela: Exseñora de D. Roberto Cortijo, si no le importa.
- Policía: Están separados.
- Ángela: No estamos en trámites.
- Policía: Pues creo que se lo va usted ahorrar.
- Ángela: ¿Cómo dice?
- Policía: Nada, es que hemos encontrado a su marido, en el río.
- Ángela: ¿Pescando?, mira que a él le daban asco los peces, pero bueno.
- Policía: No estaba en su coche.
- Ángela: ¿Lo han detenido por aparcar en el río?
- Policía: Es que estaba dentro.
- Ángela: Como si lo viera, con lo cabezón que es se empeñaría en aparcar en primera fila, pero como si se ahoga, a mí ya me importa un bledo.
- Policía: Pues de eso se trata, su marido ha muerto.
- Ángela: ¿Se ahogo?
- Policía: No, le pegaron un tiro y lo lanzaron al río dentro de su coche.
- Ángela: ¿De verdad? Mi Roberto
- Policía: Sí, y además nos gustaría que nos acompañara, para identificarle y testificar, sobre que es lo que hizo usted anoche.
- Ángela: Esto es indignante, ¿creen que yo le mate?
- Policía: Nosotros no podemos decir nada, sólo queremos que nos acompañé.
Clara miraba a su amiga, en pocos días su vida había cambiado tanto, que era difícil saber como lo asumiría. Ángela, aunque aparentemente estaba tranquila, sobre todo después de que el Juez la dejara en libertad sin cargos, podría romperse en cualquier momento.

- Clara: Quieres que me quede contigo esta noche.
- Ángela: Ya te he dicho que no te preocupes, estoy bien y tengo un montón de cosas que hacer, buscar todos los papeles necesarios que Jorge necesita.
- Clara: Si necesitas algo me llamas.
- Ángela: Gracias.

Una vez en soledad Ángela se metió en el despacho, para buscar los dichosos papeles, después de estar dos horas buscando, leyendo y clasificando, solo le quedaban unas cartas que ella pensó eran de la empresa por que estaban escritas por Jorge, el marido de su amiga y socio de su marido. Pero según iba leyendo su cara iba desencajándose, no entendía nada, o lo que es peor comenzaba a entendiéndolo todo.

Roberto, esto tiene que cambiar, no puedo seguir así. Está mujer va ha terminar volviéndome loco.
Te necesito, y necesito saber que lo nuestro es tan importante para ti, como lo es para mí, sino, no podré seguir fingiendo con el adefesio de Clara.
En realidad, no se porque no nos fugamos a un lugar donde nadie nos conozca y podamos estar juntos tú y yo, sin nada que nos juzgue, no tener que ocultarnos nunca más, ni avergonzarnos de este gran amor que sentimos.
Por favor, prométeme que pensaras en ello
Espero tú respuesta.
Siempre tuyo Jorge.

10 ene 2008

LA PLUMA DEL ESCORPIÓN 1ª Parte

¡Hola de nuevo!

He vuelto, siento no haber podido volver antes, pero cada vez tengo menos tiempo y mas cosas por hacer. Espero ponerme al día rapidamente, por que ya os hechaba de menos.
Pero no quería volver hasta que no pudiera contar algo que realmente os gustara y espero que con este relato, que por ser un poco estenso lo haré en partes, este a la altura de tan distingo público. Hay que ver que pelota soy.


Yo trabajo de cara al público y el primer día de trabajo una de mis compañeras, muy inteligentemente me dijo – María, sea quien sea atiendela como si fuera una millonaria, porque las apariencias engañan y no sabes de que manera, después de tantos años, puedo confirmar lo que me dijo aquel día mi compañera.

Ángela era una mujer de unos 50 años, llevaba toda su vida dedicada a su familia, pero ahora tenía todo el tiempo del mundo, sus dos hijos ya hacía tiempo se habían emancipado y su marido se dedicaba por completo a su trabajo, menos mal que le quedaba Clara.
Clara vivia una situación similar, aunque ella nunca había tenía hijos, habían vivido puerta con puerta toda la vida, y Clara había estado al lado de Ángela siempre desde el día en que sus maridos decidieron montar una empresa juntos.
Ahora su tiempo lo dedicaban a actividades como las compras, reuniones de amigas, gimnasio, peluquería, tenían que llenar sus vidas vacias y sin imprevistos.
Precisamente la historia comienza un día en que las dos amigas llegaban de compras a la casa de Ángela.
Ángela decidió que era mejor subir las escaleras en vez de coger el ascensor, y de paso hacían ejercicido, pero después de luchar con una muchedumbre enloquecida por las rebajas, durante toda la mañana, ya nos le quedaban fuerzas.
Ángela – Cada vez me cuesta más subir las escaleras.
Clara – Si no te hubieras empeñado en subir los tres pisos andando.
Ángela – Después de no caber en una talla 44, pienso ir andando a todos los sitios, esto lo arreglo yo, ¡Vamos que si lo arreglo!
Clara – Mujer los años no perdonan y después de todo me gusta más el conjunto que te has comprado.

Una vez dentro de la casa Ángela decidió que iba a volver a probarse el conjunto, ya que no estaba muy convencida.

Clara – Mientras te lo vas probando voy ha hacer un poquito de café, que estoy desfallecida.

Ángela le hizo un gesto afirmativo y se dirigió a su habitación, la puerta estaba cerrada y aunque le estraño no le dío más importancia, pero al entrar en ella, su cara se desencajó por completo. ¿Qué era aquello? ¿Qué era lo que estaba ocurriendo?.
Ni en mil años que hubiera vivido podría haber imaginado algo así, por un momento le asaltó la duda, a lo mejor lo que creía estar viendo tenía una explicación, se decidió a preguntar - ¡Roberto, estas bien!

El levanto la cabeza, pero al ver a su mujer en la puerta le comenzo a subir un color rojo oscuro que terminó por cubrirle el rostro y hasta parte de la calva, debajo de las sabanas comienzó a salir muy despacito la cabeza de otro señor con vigote, que la miró perplejo.

Ángela- ¡Pero que demonios estas haciendo! ¡En mi cama! ¡A tus años!, y lo que es peor, con un señor con bigote, ¿Es qué no te da vergüenza?
Clara - ¡Ángela! ¿Qué ocurre?
Ángela - Fijate Clara mi marido me engaña.
Clara - Mujer, eso es normal, son cosas de hombres.
Ángela - Sí, con una mujer, pero no con un señor.
Clara - ¿Roberto con un señor? Eso si que no me lo pierdo.
Ángela - ¡Clara no frivolices con esto, que es muy serio.

Clara asoma la cabeza por la puerta del dormitorio, para comprobarlo.

Roberto intenta ponerse de pie y coge la sábana para taparse, mientras el otro señor de bigote se tapa como puede con la colcha.

Roberto - ¡Esto no es lo que parece! El es el técnico y ya sabes lo que cuesta que a uno le atiendan en condiciones.
Ángela - Y no crees que te has excedido.
Roberto - Shhh Bueno ya sabes como son estas cosas una cosa lleva a la otra y al final, por no decir que no.
Clara - Pues si que te has dejado llevar, yo después de treina años conociendote no hubiera imaginado nunca que fueras tan dócil, con el carácter tan endemoniado que tienes.
Ángela - Roberto buscate otra excusa y no me tomes el pelo.
Roberto - Mujer, que quieres que te diga me deje llevar, él me sedujo y yo no pude negarme.
Ángela - ¿Qué no pudiste negarte? Que el tio lleva bigote, si todavia fuera una mujer de buen ver.

10 nov 2007

MI COSITA MÓVIL 2 PARTE

Ante todo deciros que todo lo que cuento sobre Mi Cosita Móvil esta basado en hechos reales.

La verdad es que cuando vimos el primer arañazo, no nos dic ninguna subida de sangre, nos miramos y nos dijimos es normal, típico vecino envidioso que usa su llave para algo mas que abrir cerraduras. Claro que después de seis meses ver escrito todo tipo de palabras soeces sobre el capó, las puertas he incluso el techo, empezamos a preocuparnos un poco, lo llevamos a pintar, pero fue entones cuando intentaron robarlo, destrozando la cerradura, pero sin llevárselo.

Un día comentando nuestras desgracias con mi vecina La Barbi, una mujer de unos sesenta y muchos años que mide 1,50 de altura y pesa unos 70 kilos, me dio la solución, mi racha de mala suerte podría deberse a un mal de ojo, y ella tenía una sobrina en el pueblo que lo quitaba, me pidió unos datos que yo la di y vuala, al menos durante unos añitos dejaron a mi Cosita Móvil en paz.

Esto mi querida Irma nunca se lo he contado a nadie, por que aunque no lo parezca soy muy pudorosa, pero yo tuve una experiencia con Mi Cosita Móvil. Sí, del tipo que os estáis imaginando, que sois todas unas mal pensadas.

Era una preciosa mañana de verano, el sol lucía radiante y el calor era ya intenso a las 10.00 de la mañana, Mi Lucero fue a preparar el coche para el viaje de vuelta a Madrid, mientras yo terminaba de recoger todo y meterlo en las maletas, cuando vino a por ellas me dijo – Ya he revisado el coche y todo está en regla. Yo le creí, no me llaméis ingenua, pero le creí.

Todo listo los niños ataditos las maletas guardadas y comenzamos el camino de vuelta, casi seiscientos kilómetros por delante, no habíamos hecho ni cincuenta kilómetros cuando me di cuenta que las revisiones de Mi Lucero a nuestro vehículo dejaban mucho que desear. El coche comenzó a vibrar a la altura del copiloto.

Yo – Mi vidita estoy temblando y no es que esta nerviosa, es que el coche vibra.
Mi Lucero – No te preocupes, eso no es nada, cuando llegue a Madrid tengo que hacerle el equilibrado y el paralelo, que se han debido de pirar.

Yo os prometo que aguante todo lo que pude, pero cuando llevábamos doscientos veinte kilómetros, no pude más y me deje llevar por la situación, eso sí discretamente no fuera a despertar a los niños, solo solté un pequeño gemido y un suspiro, pero fue suficiente para alarmar a Mi Lucero que me miraba atónito sin estar seguro de sí era lo que el estaba pensado o no. Lo cierto es que paró en la primera gasolinera que encontró y se bajo para intentar arreglar el tembleque. Lo miro todo el motor, las ruedas, incluso me hizo ponerme al volante para que acelerara el coche, pero según sus palabras, NO VIO NADA.

Doscientos kilómetros después me di cuenta de lo importante que sería llevar a Mi Lucero a un buen oculista en cuartito llegáramos a Madrid y es que al temblor constante se le añadió un ruido, un Cla, Cla, Cla, Cla.
Efectivamente nada más bajar del coche pude verlo y eso que no llevaba las gafas puestas, la rueda de mi lado estaba en mal estado, al menos lo que quedaba de ella, no es que se le hubiera borrado el dibujo, nooooo eso hubiera sido perdonable, es que los hierros estaban todos visibles y algunos habían saltado he iban dando en la chapa del coche, más que una rueda era el esqueleto de está. Mi Lucero la cambió sin rechistar y sin explicarse el por que no había reventado.

La verdad es que el pobre no levanta cabeza, hace unos meses, el Inti de la Irma dejo su coche en nuestra plaza de garaje, cuando vino a recogerlo resultó que no arrancaba y decidieron poner las pinzas a Mi Cosita Móvil para arrancarlo, no se como se las arreglaron, pero el caso es que el pobre Cosita Móvil comenzó a arder, lo mejor fue la manera en la que el Inti de la Irma y Mi Lucero intentaron apagarlo, los dos se pusieron a soplar como si fuera el día de su cumpleaños, el caso es que no se como pero lo apagaron y el pobre sobrevivió.

Los cacos le tienen frito, por que yo ya he perdido la cuenta de los robos que a sufrido y mira que los equipos de música que le ponemos al pobre son de museo, pero de museo de antigüedades.

Hace unas semanas nos volvieron a quitar la música del coche, eso sí un trabajo fino, sólo forzaron la cerradura del conductor, se llevaron la radio y cerraron, pues bien una semana después en frente de casa, durante la noche lo volvieron a intentar y mira que Mi Lucero había dejado los cables por fuera, pero nada, encima los muy chapuzas en vez de abrir por la puerta del conductor que ya estaba abierta, por que ya no nos molestamos en arreglarlo, hicieron palanca en la puerta del acompañante dejándola como un acordeón, no fueron capaces de hacer un puente y lo dejaron.

Para colmo de males cuando Mi Lucero consiguió arreglar el desaguisado, la policía apareció, había que ver la situación, Mi Lucero sin papeles del coche, con todos los cables por fuera, el puente hecho, sin espejo retrovisor y intentando convencer a los policías, que no lo había robado, menos mal que estaba en frente de casa.

En fin mi pobre Cosita Móvil fue llevado a reparar, le cambiaron la batería y se les olvido poner la tapa, cuando íbamos con el, empezó a echar humo y hasta se llego a parar, imagino que el pobre pensó o me paro o salgo ardiendo sin que estos cenutrios se enteren de nada, y la verdad es que si no se hubiera parado no nos hubiéramos dado cuenta.

No se cuanto nos durara, pero la verdad es que el pobre sigue luchando como gato panza arriba, hemos decidido no poner mas equipo de música, pero tenemos un transistor pequeño con el cual podemos escuchar radio nacional, no da para más la cosa, ni sacando la antena por la ventanilla.

28 oct 2007

MI COSITA MÓVIL 1 parte

La verdad es que después de tanta historia paranormal, os voy a contar las desgracias de mi cosita móvil, es así como lo llama La Irma de mi corazón.

Ayer hablando con ella por teléfono me resulto divertido ver como Irma muy cumplida, me preguntaba por mí, mi Lucero, los niños, y por mi cosita móvil que el pobre tiene la negra.
La verdad es que la historia se remonta al día en el que mi Lucero se saco el carné de conducir, que puntería tenía el puñetero, como al principio no tenía posibles para comprarse su propio automóvil el pobre vivía de prestao, eso sí coche que le prestaban, coche que se averiaba, parecía que lo hacían aposta, y no es que mi Lucero fuera mal conductor, nooooooo es que los coches que le dejaban estaban con una rueda en el desguace y claro era usarlos y fundirlos.

Recuerdo un día que fuimos a la parcela de la tía de mi Lucero y para volver a Madrid, nos dejaron un Renault 5 propiedad de su cuñao el bigotes, nos acompañaban la hermana de Antonio y su chico el motero, el pobre había tenido un pequeño encuentro con un autobús el día que estrenaba su moto ultimo modelo de la mayor de las cilindradas que había en el mercado y como recuerdo del encuentro tenía la pierna reconstruida a base de unos enormes clavos y chapas y la barbilla lo mismo pero astillita por astillita y con la chapa mas pequeñita, además le habían cosido todos los dientes, en fin el pobre se paso 40 días sorbiendo por una pajita y con la pierna tiesa, eso si con muy buen sentido de humor.

Bueno que me enrollo, mi Lucero que otra cosa no pero cumplido es un rato, pensó que ya que nos habían dejado el coche lo suyo era llenar el deposito, dicho y echo, justo cuando nos íbamos a ir de la gasolinera, el coche no arrancaba, mi cuñada Helen y yo nos pusimos a empujar, haber si la cosa tenía arreglo, ante la mirada perpleja del señor gasolinero que miraba a Mi Lucero sentado al volante y detrás como un marques mi cuñao el motorista partiéndose de risa y con la pierna estiradita en el asiento trasero, el señor gasolinera hizo un gesto, como diciendo que eran unos huevones y mi cuñada muy fina ella le explico que el risitas estaba accidentado, el pobre nos ayudo y conseguimos arrancarlo, nos llevo a casa, pero después de aquello creo que tubo que visitar al señor mecánico.

Poco tiempo después su hermano le dejo un SEAT 127 para que fuéramos a mi parcela y dicho y hecho cinco kilómetros antes de llegar el coche se paró, esta vez nos ayudo un primo de alguna de mis primas y es que en mi parcela nos conocían como los Dinastía, ya que éramos ciento y la madre y todos estábamos emparentados, mis vecinos de la parcela como no podía ser de otra manera eran mis tíos y uno de ello era mecánico, y lo arreglo para que llegáramos a Madrid, pero una vez allí tendría que visitar a un señor mecánico que le pusiera la pieza reconstruida, eso sí como mucho arte.

Después de aquello convencí a mi Lucero para que se comprara un coche, y así lo hizo, era un 205 blanquito con asientos y volante de carreras, llenito de alerones en los bajos y lo mas chulo descapotable, en verano se podían ver las estrellas, aunque el pobre debió de verlas en más de una ocasión y no precisamente en el cielo, creo que fui yo la primera que lo envió al taller, después de darle contra un camión, yo pensé que no era para tanto, pero mi lucero cuando lo vio casi se le saltan las lagrimas, el lado del copiloto parecía haber sufrido el paso de un abre latas, aunque no fui la única. Mi padre iba a comprar un día y al parar en un semáforo detrás de otro vehículo, un tercero vino con algo de prisa y se cargo a los dos de adelante, el pobre 205 quedó echo un emparedado. Mi cuñao también recibió la envestida de otro coche mientras estaba en un Stop y así un par de veces más, nunca entendí por que al pobre le daban siempre por detrás cuando lo conducían hombres.

El día que Antonio lo iba a entregar, por que después de nacer Mi cosita bebe necesitábamos un coche más grande y familiar, iba camino del concesionario y justo cuando se iba a incorporar a la carretera de Valencia dirección Madrid, una mujer se salto un Stop y arremetió contra el pobre 205. Gracias a Dios Mi lucero no sufrió nada más que un fuerte golpe en la cabeza, pero no llegó a perder el conocimiento, así que cuando el pobre vio el motor en el lado del copiloto, salió corriendo por si aquello explotaba y fue al coche que se había empotrado contra el, para ver como se encontraban, lo conducía una mujer y detrás llevaba dos niños, la mujer no dejaba de llorar y pedir perdón por no haberle visto, pero Mi lucero preocupado por los niños, le dijo que no pasaba nada que mejor salían del coche para ver si habían sufrido daños, en esos momentos apareció la policía, después de asegurarse que todos se encontraban más o menos bien y llamar a las respectivas grúas, la policía les reunieron para hacer el parte del accidente:

-Policía: Señores tienen que facilitarme los datos de su seguro para hacer el parte.
-Mi lucero: Mire señor Policía es que yo iba a dejar el coche en el concesionario donde me he comprado uno nuevo, y me daban 70.000 pesetas por cualquier cosa que tuviera cuatro ruedas, así que para que a la pobre no la suban el seguro, mejor no damos, parte.
-Policía: Mire usted señor, si ahora nosotros nos vamos y la señora dice que es culpa de usted y no de ella, al que le suben el seguro es a usted, lo entiende.
-Mi lucero: Hombre como va ha hacer eso la pobre, si está destrozada, a mi es que me da pena.

El Policía e dirige a su compañero que estaba tomando nota de las matriculas y le dice – Pepe llama a una ambulancia que a este el golpe lo ha dejado tonto.

Después de convencerlo de hacer los partes, mi pobre Lucero fue con el de la grúa a entregar el coche.
-Mi Lucero: Buenas tardes.
-Vendedor: Buenas tardes.
-Mi Lucero: Mire que le traigo el coche para lo del plan renove.
-Vendedor: ¿Dónde lo ha aparcado?
-Mi Lucero: Encima de la grúa.
-Vendedor: ¿Perdón?
-Mi Lucero: Si es que según venía con el me ha envestido un coche, y no e conseguido arrancarlo.
-Vendedor: Bien veamos que es lo que le ha pasado

Salieron a la calle y dice el hermano de Antonio que le acompañaba en aquel momento, que la cara del vendedor se desencajo al ver el amasijo de hierros.
-Vendedor: ¿Y a salido sin heridas?
-Mi lucero: Bueno me he dado un golpe en la cabeza ahora voy al hospital.
-Vendedor: ¿Y que hago yo con esto?
-Mi lucero: Usted dijo que con que tuviera cuatro ruedas era suficiente para lo del plan renove.
-Vendedor: Pero si es que no tiene ni las cuatro ruedas.
-Mi Lucero: Si mire en el asiento del conductor al lado del motor tiene la que le falta.
-Gruista: ¿Bueno que hago lo bajo o que?
-Vendedor: Ni se le ocurra, lluéveselo al desguace directamente.
-Mi Lucero: Pero lo del plan renove vale.
-Vendedor: Si hombre sí, usted no se preocupe y váyase al hospital, sólo espero que con el nuevo tenga mas suerte

Pero la suerte es algo tan relativo…….

14 oct 2007

MIS TENSIONADAS VACACIONES

Después de tanto altibajo, se me olvidó comentaros en mis memes que soy una Aries de libro, vamos pura energía, he considerado que no hace falta cambiar el registro para intentar pobrocaros una sonrisa, no todo iba a ser malo.

La hermana de mi Lucero tiene una casa en la playa y cuando llega el mes de Julio me la cambia por su hijo, yo cuido del niño y de la casa y no tengo que pagar apartamento, aunque me sale caro no os creáis, ya de paso me llevo otra sobrina, a todo esto como mi suegra tiene un casa allí también y no quiere perderme de vista ni un momento así que se acopla y con ella otro hermano de Mi Lucero de mi edad, además de otra hermana que coincide conmigo en mes de vacaciones y tiene su apartamento justo enfrentito de nosotros, vamos que cada mañana abro la ventana la saludo y después como el que no quiere la cosa me pregunta.

- ¿Qué vas a hacer hoy de comer?

En dos palabras que también se acopla, aunque me lo paso muy bien con ella y no me importa, casi se lo agradezco por poder hablar con alguien. Pero no os hagáis ilusiones, no queda hay la cosa, los fines de semana los padres vienen a ver a sus churunveles y algún que otro hermano se acopla también. Lo malo es que por las mañanas entre compras, limpiezas y preparativos no veo la playa, pero por la tarde sí, eso si que no me lo quita nadie y es justamente eso lo que me quería quitar mi suegra, un viernes en el que ella decidió hacer tortilla de patata, ¡por dios que éramos 20 personas para cenar! Yo no estaba dispuesta a pasarme toda la tarde pelando patatas y cuajando tortillas y le dije que mejor tortilla francesa y embutido. Mi suegra que no discute porque para eso hace lo que le da la gana, me dijo que sí y en cuanto me di media vuelta se puso a prepararlo todo.

Andaba yo sacando a los niños de la piscina para irnos a la playa, cuando al balcón del apartamento asomó mi suegra con voz dulce y me dijo con que estés aquí dentro de hora y media nos da tiempo a cuajar las tortillas, que ya estoy yo pelando las patatas.

¡Hora y media para ir a la playa!, que el apartamento es una monada tipo Melrrows Pleace, pero la distancia con la playa es 600 metros en cuesta, bajar se baja estupendamente, pero subir eso es otro cantar. Mi cabreo iba en aumentó, así que decidí dejar lo de la playa para otro día y subir a cuajar tortillas, cual cenicienta no de las de Cruela si no de las de toda la vida sufridoras, por lo menos si terminaba pronto, me daría un chapuzón en la piscina, cuando la cena ya estaba lista, los que venían de Madrid los padres de las criaturitas habían llegado con refuerzos, osease más familia.

Yo intentaba tranquilizarme, pero mi querida y adorada suegra tenía un día revolero, comenzó a quejarse de lo mal que yo hacía las tortillas, en ese momento la cadena de música que estaba apagada se encendió a todo volumen, todos se acojonaron, por que son muchos pero a cual más cobarde. Yo ni me inmute cuando todos salieron de la casa atropelladamente, casi se cargan a mi suegra en la huida, creedme era para haberlo visto, con toda tranquilidad apague la cadena de música y seguí a lo mío, cuando mi cuñado el policía asomó su cabeza empapadita ya que estaba dentro de la piscina.
- ¿Qué ha pasado?
- La cadena de música que se ha encendido, pero ya la he apagado.
- Pues a está gente casi les de algo.
- Ya sabes lo exagerados que son, diles que ya pueden volver a cenar.
Fueron entrando todos, y yo la verdad es que disfrutaba como una enana con las caras de todos ellos, más que nada por que durante mucho tiempo cuando yo les contaba que me pasaban cosas raras, quitando mi suegra que con mucha delicadeza me llamaba más o menos hija de Satanás, los demás me ignoraban, después de los acontecimientos de aquel fin de semana no se les ha vuelto a ocurrir tomarme el pelo.

Yo parecía una chacha, trae esto, pon aquello, esto no está bien, mira que te falta, etc., cada vez que iba a la cocina pasaba por delante de la tele y está hacía interferencias, mi suegra que la estaba viendo me dijo una de las veces, pasa otra vez, y las interferencias volvían. La cadena de música volvió a encenderse a todo volumen, solo faltaba que me tuvieran como mono de feria.

En esta ocasión no corrieron, pero mi cuñada la dueña de la casa, cojió la cadena y la puso de patitas en la calle, mi otra cuñada la que vive en frente y no se pierde una comida, se la llevo a su casa, después de aquel día no se ha vuelto a encender sola.

El día siguiente fue mejor, mi cuñada pareció enterdeme y comenzaron a ayudarme todas e incluso cenamos en otra de las casas, se nos olvidó la bebida y fui a por ella con otras dos cuñadas, cuando entramos en la casa los plomos se fueron y la luz del baño al fondo del pasillo, se encendió, ¡por Dios si no había plomos! No lo voy a negar le di a los plomos cogí el alcohol, (ahora más que nunca lo necesitaba) y salí zumbando haber si conseguía alcanzar a mis otras dos cuñadas que a la velocidad a la que salieron seguro ya estaban en casa de mi cuñada la Búlgara.

A esta familia solo le faltaba acontecimiento paranomarles, como si no fuéramos ya raritos de narices. Mi cuñada preocupada al día siguiente habló conmigo y de cómo me sentía, yo le dije que lo mismo eran casualidades y yo no tenía que ver en el asunto, aunque aquella mañana había tenido una videncia y que yo jamás había tenido una, ella me preguntó que era lo que veía, por que ya no podía más y le iba a dar un colapso.

Yo - No veo nada malo, solo dos personas en un coche parado con los faros encendidos.
Cuñada – Mira que está noche nos vamos para Madrid, no me acogones.
Yo – Nena, ya sabes que yo no acierto una, sólo veo eso.
Cuñada – Mira que no soy creyente y me veo rezando el rosario todo el viaje.
Yo – Jolín nena, que yo no soy vidente, lo mismo lo he soñao.

Pues si que iba con ellos sí, a la mañana siguiente mi cuñada me llamo.

Cuñada – ¡Haber bonita! la del coche parado con las luces encendidas, ya podías haber visto alguno más jodia.
Yo - ¿Por qué os ha pasado algo?
Cuñada – ¡Que si nos ha pasado desgraciada! 12 horas de atasco, acabamos de llegar a Madrid y durante todo el viaje íbamos mirándonos los unos con los otros acordándonos de ti y de tus visiones, guapa.
Yo – Chica que mas querías el número de todas las matriculas. -me estuve riendo toda la semana hasta que llego el siguiente viernes y todos volvieron claro.

JUICIO LEVE DE FALTAS

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