4 jun 2013

EL MISTERIO DE LA CALDERA II PARTE

Mañana tras mañana realizaba la misma operación, voltereta con salto en vertical hacía el fondo de la cama, con una doble vuelta en espiral, terminada en incorporación vertical del cuerpo sobre mis propios pies, para proceder al deslizamiento en lateral, evitando comerme el zapatero, y una vez allí, meter la barriga hasta conseguir que los intestinos queden pegaditos al mismísimo coxis, evitando clavarnos el cuadro (paisaje en verde, de mi colección privada) y una vez llegados al final, hacer típico movimiento de cadera, mete, saca, tipo Sakira, para al fin llegar a la puerta de la habitación.
PAISAJE VERDE
Lunes 7:00 de la mañana, suena el despertador, sin apenas quitarme las legañas, procedo a realizar la operación anteriormente descrita y que no pienso repetir, por que es larga de narices. Toda la exhibición iba perfecta, después de un mes de prácticas, consideraba estar preparada, no solo para representar a mi Comunidad, si no para ir a las mismísimas Olimpiadas de saltos de obstáculos en casa en obras, pero algo falló, llegados al plegado de intestinos, se produjo un error de calculo (por no decir que me puse morada la noche anterior) y para evitar clavarme el cuadro en el ombligo (que ya bastante desfiguradito esta el pobre) realice el movimiento de cadera a destiempo, clavándome el esquinazo de la mesilla en el centro mismo del glúteo derecho. Un aullido más terrorífico que el del hombre lobo en Paris, salió de mi garganta, despertando a mi pobre lucero, que cual resorte se incorporó sentándose en la cama, sin apenas poder abrir los ojos y con carilla de “por que a mí” pregunto.
-         ¿Qué pasa?
-         ¡Me he clavado la mesilla, en salvase la parte! Esto se acabó, hoy mismo encargo el suelo y lo coloco yo.
-         Vale, me ducho, desayuno y nos vamos a por el.
ESTE NO ES MIO
Edvard Munch 
No se si fue por aullido acogonador que salió de mi garganta, o por los ojos inyectados en sangre, con los que le miraba fijamente, o quizás fuera la voz de ultratumba que salía de mi garganta, llena de rabia y rencor, pero mi pobre Lucero hombre reconocido, anti-obras, anti-bricolaje y ante todo lo que sean trabajos manuales, había cedido y estaba dispuesto a que la realizáramos nosotros mismos y todo esto sin sobornos, ni presión o coacciones, que no digo yo que no tuviera preparadas, en caso contrario.

Un par de días después ya se estaba dando cuenta de su error y maldiciendo entre dientes, el por que le había tocado a él, la mujer manitas metomentodo.
Puede que tuviera algo que ver, que el mismo día en el que comenzáramos a poner el suelo, yo le invitara a ver un vídeo de bricolaje, para aprender como había que hacerlo.

-         ¡Un vídeo! Exclamaba, una y otra vez como si no lo pudiera creer.
-         Sí, lo pone una chica y parece súper fácil y no veas como le queda.
-         ¡Un vídeo! Es que a ti no te he explicado mil veces que lo que sale en la tele es mentira ¡Una farsa! Detrás tiene al profesional, que lo deja así, la chica solo disimula ponerlo.
-         ¡Que no! Que esto es un vídeo del you tube. “Hazlo tu mismo” se titula.
-         ¡Hay Dios mío! Que no tiene ni idea y e comprado para poner el suelo de toda la planta de arriba.
-         ¡Hombre de poca fe! Verás como me queda, prepárate y aprende.


Le puse el vídeo, para que pudiera ver con sus propios ojos lo facilísimo que era la historia, pero creo que eso más que calmarlo, lo descompuso más si cabe.

No voy a negar que el primer día fue difícil y que el echo de intentar meter las tablas de la tarima, entrelazadas, como si fuera un puzzle, no fue la mejor de mis ideas, ya que casi acaba con nosotros, menos mal que encontré otro vídeo y enseguida me di cuenta de el error que cometíamos, y es que había que poner la fila completa, así que esa misma tarde termine la primera habitación.



Mi Lucero se portó como un campeón, y apenas discutimos, no faltaron intercambios de opiniones, pero la sangre no llego al río.

 De cualquier manera, él sigue pensando que el bricolaje es un destroza familias y me queda totalmente prohibido, al menos en los próximos 12 meses, volver a desarrollar cualquier proyecto e incluso, pensarlo si quiera, pero yo creo que en cuanto se le pase, podré volver a las andadas.

Llamé a la aseguradora para comunicarles, que ya no hacía falta que me mandaran a nadie que ya estaba todo hecho y que me daba igual si no me indemnizan, pero me dijeran como borrarme, que yo lo que quería era estar segura y este seguro ofrece de todo menos seguridad, valga la redundancia.

Desde que me cambie de seguro, me llaman cada dos por tres.
Paradojas de la vida.







2 jun 2013

EL MISTERIO DE LA CALDERA

            La verdad es que estoy en racha, sí, después de conseguir arreglar este invierno la caldera, resulta que empezó a desaparecer el agua de la dichosa caldera, durante días y días, intentamos averiguar donde iba, y llegamos después de un par de meses, a varias conclusiones:
-         La caldera es un agujero negro, toda el agua que entra se pierde en la nada.
-         Alguien la está robando, como si fuera gasolina (y es que la cosa está muy mal)
-         Y ultima y más coherente, tubería rota.

Llamo al seguro, y vienen dos muchachillos, ZIPI y Zape, ¿Cuál creéis que descartaron?
Sí, habéis acertado, no penséis mas, la coherente, tubería rota, según ellos, "imposible".

Una semana después mientras en la calle lucia un sol radiante y yo pasaba el aspirador al son de la Máxima FM, contemple, no sin extrañeza, que a través de la ventana de mi salón, llovía. Lo primero que dije fue un taco, para que lo vamos a negar, que el día anterior había limpiado los cristales y lo segundo fue sacar la mano, cual pajarillo, para comprobar si llovía realmente.
Efectivamente, no llovía pero mi persiana vertía agua cual cascada de primavera en pleno deshielo. Se me enciende la lucecita, por fin pienso y subo a la habitación, toco la pared ¡Bingo! Allí había humedad, dos meses después de haber pagado, dos revisiones de caldera, dos fontaneros y aguantar a Zipi y Zape, resulta que la tubería rota estaba en mi habitación.

Llamo al seguro, vuelve Zipi y Zape, no encuentran la avería después de dejar la pared como un colador, es cuando empieza la tercera fase en mi vida.

-         Señora, vamos a picar el techo del salón.
-         ¿Para qué? Si la tubería rota está en el suelo de la habitación.
-         Para ver mejor.
-         ¡Pues quite el tambor de la persiana, que es por donde sale el agua!
-         Bueno, es que para mí, que es una tuerca.
-         ¿Y dónde se supone que está la tuerca? Por que las tuberías de cobre en mi tierra se sueldan, no se atornillan.
-         Pues entonces hay que dar otro parte, por que es otra avería
Que yo pensé para mis adentros, si usted por si mismo ya es una avería, aunque la descarte, no creo que me lo cubra el seguro.
- Haber alma de cántaro, la avería siempre ha sido la misma, lo único es que ahora sabemos donde está.
-         Pues no se la puedo arreglar, esto lo tiene que dar el visto bueno la aseguradora, la llamarán.
¡Y un cuerno! Espere pacientemente una semana y llamé al seguro, le conté mi vida y ella me dijo que se pondría en contacto conmigo. Así durante otra semanita, y una y otra vez lo mismo, eso sí con excusas diferentes.

Después de que una de las señoritas mencionara lo de la tuerca y a mi casi me diera un colapso (Si es una tuerca, lo tratan como averían y no lo paga el seguro, si es rotura sí) Cogí el toro por los cuernos y puse una reclamación exigiendo un perito.

Fue el único coherente de la empresa. No dejaba de decir, en cuanto yo me iba a por papeles.
- Si la señora es un encanto, no para nada, muy agradable y educada.
¿Que le habían contado de mi? si fuí de lo más correcta, si de tanto morderme la lengua, me realizado varios piercings y sin anestesia.
En fin que, no sólo vio lo más obvio, si no que esa misma tarde me arreglaron la rotura de la dichosa tubería y dos días más tarde el albañil tapó todos los agujeros de la pared.
¿Creéis que aquí termino mi calvario? Ja, ja ja.

Es aquí donde comenzó mi pesadilla.

16 may 2013

Soy una bocazas


     Definitivamente, confirmado la de Cuenca me lee y esto va por ella.

            En el último post, antes de mi parada la mencioné, debido a unas “quitame esas  pajas” que tuvimos una tarde desacertada por mi parte. Faltaría más, que ya he dicho que llevo tiempo sin pensar.
                                       
            Que no es que me faltará razón, pero si tacto y es que a veces nos ofuscamos y no somos capaces de ver un poquito más allá.

            En principio pensé que me había entendido y no se tomó en serio mi enfado. Me equivoqué, estaba rencorosa y dejó de hablarme. Hasta un día en el que andaba yo tendiendo mi ropilla y se me calló un calcetín, y la oí decir:

-         Eso, eso, escóndete.
-         ¡Que se me ha caído un calcetín! ¡Ridícula!. Le contesté mientras entraba en su casa.

30 Segundos más tarde la tenía en la puerta, dándome un ultimátum:
                                    
-         ¿Te vas a disculpar?
-         No, en todo caso te lo puedo repetir. Le contesté.
-         Tú, tú no estás bien de la cabeza. Me decía súper ofendida.
-         ¿Anda y te das cuenta ahora? Si está tara me acompaña desde que tengo uso de razón.
-         ¡Ahora se te nota más! ¡Además, yo no soy una sin-vergüenza! Eso lo serás tú.
-         Hay llevas razón, vergüenza ninguna, ni quien me la ponga.

Mientras las dos gritábamos como autenticas posesas, echándonos en cara todo lo que se nos ocurría y que palabrita del niño Jesús que no me acuerdo ni de la mitad. Me vino a mi cabeza la imagen del Paparazzi, nunca se lo habíamos puesto tan fácil, está vez no tenía ni que pegar el oído, ya que estábamos discutiendo a grito limpio en la puerta de su casa, ya me lo imaginaba yo con el paquete de pipas sentado detrás de la puerta y apuntando lo más interesante, para poder informar en condiciones a la Paca.


-         ¡Tú tenías que haber venido a mi casa a decírmelo, y no por la calle!
-         ¿Si no me hablabas, para que demonios iba a ir a tu casa? Además me dijiste que me esperara a un mejor momento.
-         ¡Pues ya estoy disponible! Te vas a disculpar.
-         ¡Pues no, en todo caso te lo repetiré, por que llevo razón!
-         ¡Serás Burra!
-         Seré lo que tú quieras, pero es cuestión de lógica.
-         ¿Te parecieron lógicas todas las burradas que me dijiste?
-         Puede que alguna fuera excesiva, pero es que salio el volcán que llevo dentro. Reconoce que te pusiste muy cabezona y no me dejaste opción.
-        ¡ Ves como tenías que haberte disculpado!.
-         A bueno si sólo es en las formas, puede que me excediera, ¡Ahí, te pido perdón! Pero en el fondo de la cuestión ¡Ni hablar! Que todo el mundo opina lo mismo.
-         ¿Se lo has contado a alguien?
-         A todo el que me preguntaba algo de la comunidad, les decía  "es que la Presi no me hablaba".
-         ¡Ves, yo no se lo e contado a nadie! ¿Quién es la cotilla?
-         ¿Yo, cotilla? ¡Por supuesto! y eso que aquí en el rinconcito me entero de poco, menos mal que los vecinos que son muy majos me tienen al día, que si no, no me enteraría de naa.
-         ¿Y que les has contado?
-         ¿Yo? Todo, ya me conoces, “antes muerta, que callada”, ellos me preguntaban y ondaban, ondaban, que no me podía resistir.
-         ¿Y encima, irías de victima? ¡Como si lo estuviera viendo!
-         ¡Pues toma claro! No les iba a decir que la culpa era mia. Y todos me daban la razón, que conste.
-         ¡O sea que encima, me has puesto verde!
-         Pues va a ser que sí.
-         ¿Me pones de “hoja perejil” por teléfono, se lo cuentas a todo el mundo y encima la niña queda como una victima?.
                               
-         ¡Hombre visto así! Ya te he dicho, que por las formas, te pido disculpas, y además, eso también se lo e contado a los vecinos, que me puse un poquito bruta.
-         ¿Un poquito? Vale acepto tus disculpas. Creo que lo dijo de aburrimiento, por que me da que en el fondo me ha cogido cariño, son muchos años de incordiarla y eso quieras que no termina creando vínculos.

Un abrazo, unos besos y tan amigas, ¿o me la guardará para un futuro?




La Paca dice, que el Paparazzi ni se enteró, para mí que quería que se lo volviera a contar por si se le había escapado algún detalle.





                        Yo, por mi parte cumplí la penitencia de volverle a decir a todos los vecinos informados, que la de Cuenca me había perdonado y alguno al que no me había dado tiempo a informar, como súper B, le tuve que contar la historia entera, pero fue por animarla, que no estaba en su mejor momento.

Un beso para los de Cuenca y a los demás también.


                             

PRESBICIA

  Erase unos ojos a unas gafas pegados, que escribiría Quevedo.  Yo nací con gafas y no, no es una exageración de las mías. A los veinte día...