4 dic 2017

UNA BATIDORA ASESINA Y UNA LAVADORA PERVERTIDA, ¡ESTOY QUE NO ME LO CREO!

Mi pequeñín no se salvó, lo lleve a otro sitio y después de cambiar el ventilador, se dieron cuenta de que el problema persistía, él ordenador se calentaba más que una plancha del McDonald en hora punta. Lo trucaron un poco, con el fin de que aguantara y poderle sacar, todo lo que llevaba dentro, que en los tiempos que corren es media vida de una persona, después pasaría a mejor vida.

No habían pasado dos días, cuando andaba yo de Maruja en la cocina, preparando una mahonesa casera con la batidora, cuando de repente, a modo de proyectil, salió disparado un trozo de cable ardiendo, que penetro en mi camiseta, he impacto en mi barriga a la altura del ombligo. Sin darme tiempo a reaccionar, un denso humo negro lo invadía todo, los plomos saltaban, de manera providencial, salvándome de un achicharramiento seguro o quizás algo mucho peor, si hubiera llegado a explotar del todo. Lo único bueno es que sólo me quemé la piel, los intestinos y demás quedaron a salvo.

Fui consciente en eso momento, pensé que estaba en racha y que no hay dos sin tres o en mi caso (desastrosa y sin remedio) cuatro, cinco o hasta que el destino me dé vacaciones.

Andaba con sumo cuidado, con una barriga achicharrada era más que suficiente, pero al día siguiente, mis presagios se cumplieron en forma de  “lavadora loca”.

Ni veinticuatro horas había pasado y ya estaba metida en faena, esta vez pensé que podía arréglarlo, convencí a mi Lucero que sacará la lavadora de su hueco y la desmontáramos.

Hacía seis meses me paso lo mismo, se volvía loca y no paraba ni para coger agua, que dado el estado mental de la dueña, no era para nada discordante, pero me impedía conseguir ropa limpia.

Entonces llamé al técnico, que lo único que hizo fue secar el plástico superior de la placa base que estaba húmeda (no supo responder al por qué) y con mi secador, secar la placa base de los mandos, todo ello por el  módico precio de 25 € (¿Y el desgaste de secador? ¿Quién me lo paga a mi?)

Realizamos la operación con esmero y esfuerzo, a mi Lucero le costó sacarla y meterla (la lavadora) pero el arreglo, apenas duró un par de días, al cabo de los cuales, volvió a su estado de enajenación mental transitorio (la lavadora, aunque yo ahí andaba) y el mando no paraba de dar vueltas, cual noria en feria.

Como estaba sola, no sabía si sería capaz de sacar y meter (la lavadora) en su hueco, pero en un ímpetu, de esos que a veces terminan en tragedia, cogí el toro por los cuernos (en mi caso lavadora) y mojando el suelo, conseguí sacarla y desmontarla, sequé la dichosa tapa de la placa base y observe que al ponerla en centrifugado, está hacía un ruido raro, como si le costara.

En ese momento comencé a pensar y por raro que parezca, llegué a la conclusión de que había algo en la zona interior del tambor. Comenzando mi “PLAN B”. Como no tenía forma de verlo, pensé que podía estar atascado en el filtro, procedí a su retirada, sin prever que pudiera tener agua en su interior.
Llegados a este punto, no sólo tenía que secar la placa, el suelo de la cocina sufrió una inundación, que ríete tú, del “fenómeno del niño”. El filtro estaba lleno de cosas, botones, horquillas, pelusas y elementos no identificados, pero no era el causante del ruido, que persistía de forma insistente.
Pase al “PLAN C”, intente quitar la goma de la escotilla de la lavadora, para ver si conseguía sacar, lo que fuera desde allí, pero nada.

Mi “PLAN D”, consistía en desmontar el tambor, pero lo descarte, a pesar de ser una perturbada en horas bajas, de vez en cuando sufro de algún momento de cordura, además los destornilladores no giraban, ni a la de tres.

Decidí ir a saco con el “PLAN E” y llamar al técnico otra vez, pero no me cogió el teléfono. Miré la lavadora, saque una goma que se anclaba al tambor exterior  y comencé a dar vueltas desde el interior, hasta que asomo algo, parecido a una puntilla de la cual comencé a tirar, como si no hubiera mañana, poco a poco, entre los movimientos del tambor interior y tirando de la prenda, hasta que conseguí sacar por completo el tanga diabólico, causante de todos los males, nunca tan poca tela, causó tanto desconcierto.






Reconstruí todo lo que había desmontado y quedó más o menos aceptable, volví a colocarla en su sitio, apenas me costó, con todo el agua que había inundado la cocina, al quitar el filtro y “voilà”, la lavadora ha entrado en razón y la dueña sigue esperando que el destino se dé por satisfecho.

29 nov 2017

UN ORDENADOR EN HORAS BAJAS



Los desastres no vienen nunca solos y yo como docta en la materia doy fe.
(By Odry).
Resultado de imagen de desastres


Hace un par de semanas, el ordenador se apagaba a los pocos minutos de encenderlo. El problema parece claro, el ventilador está en las últimas y emite un ruido raro, mi primera intención fue desmontarlo y cuando ya había quitado todos los tornillos, me dije a mi misma:

-          ¿Odry, estás segura de querer rematarla faena? Tuve una visión del ordenador destripao  y un segundo de lucidez, así que lo llevé a arreglar.

Le explique con todo tipo de detalles el problema y lo dejé en sus manos. 24 horas más tarde, llamo tal y como me habían dicho, después de los saludos de rigor, el chico me dice.

-                     Para mañana está, porque teníamos una pantalla que le va como anillo al dedo.
-                     ¿Pantalla?- Me comienzo a preocupar y pienso, ¿en manos de quien he dejado mi pequeñín? -¡La avería de mi ordenador es el ventilador!
-                     ¿Siii? ¡Ahhh! Me he equivocado, perdona, lo tengo aquí, hay que cambiar el sistema operativo, porque no abre.
-                     ¡Estás de coña! El sistema operativo estaba en perfecto estado. – ¡Madre mía! Para una vez que no quiero fastidiarlo, lo dejo en manos de Pepe Gotero y Emilio.
-                     Es lo que tengo en la nota. Preguntaré al técnico.
-                     Sí, pregunta, porque me parece que estás un poquito perdido. – Echaba chispas, pero intente mantener la compostura, 10 minutos respirando y sin mejoría.
Unos minutos más tarde, recibo un wassap con un video, en el que mi ordenador, pide a gritos que le cambien el sistema operativo.
Les escribo un texto, que ni Lope de Vega en sus momentos más calentitos. 5 minutos después, me mandan otro video en el que se inicia bien y yo no entiendo nada.

Le respondo que no lo toquen y lo recojo esa misma tarde:
-                     Soy Odry y vengo a por el ordenador que os deje hace un par de días.
-                     Si, aquí tengo la nota, lo tenemos encendido, para ver si da algún tipo de problema, pero parece que está todo correcto.

Se me queda cara de idiota, por no decir algo más fuerte y le contesto:

-                     Si me habían dicho que no han cambiado el ventilador.
-                     ¿Ventilador? ¿No era la pantalla?
-                     No.- Este me está tomando el pelo y al final se traga el dichoso ordenador.
-                     ¡Ahh! Es la otra nota. Es que hemos notado que el ventilador no va - ¡Que lo han notado, que alguien me sujete que lo estontono! -  y claro tendríamos que desmontarlo, para cambiarlo. – Esto es guasa y lo demás tontería.

-                     ¡No me digas! ¿Tú por qué crees que te lo he traído? Me sale la ironía a borbotones, ¿pero cómo es posible ser tan cenutrio? ¿Qué demonios apuntó, cuando le explique por qué lo llevaba a arreglar?
-                     Creo que ha habido un error, porque teníamos dos clientas con el mismo nombre.
-                     Y claro organizarlo por los apellidos, no se os ha ocurrido. – El consejo se lo doy gratis, aunque no aseguro su calado en semejante personaje.
-                     Le pido mil disculpas por el error. – A lo que pienso, lo que tienes que pedir, es un cerebro, pero me muerdo la lengua y acepto las disculpas.


Salí de la tienda preocupada, seguía teniendo el ordenador fuera de juego y después de la experiencia, serias dudas sobre en dónde y a quién dejaría mi pequeñín.

12 oct 2017

FINAL APOTEÓSICO




Resultado de imagen de chistes sobre politica española


Tal y como está el país, a mí me daba hasta cosa, seguir contando mis desventuras, pero como la situación se alarga y sinceramente empieza a sonarme todo a chufa. (nunca entendí los diferidos estos, que lo único que quieren decir, es que lo hacen, pero que parezca que no lo han hecho) He decidido seguir con mis historias y si consigo por un momento, que alguien se olvide de que el mundo está loco, lo daré por “la buena acción del día”.


Nuestras peripecias por Alsacia y Selva Negra habían terminado. Era la hora de la vuelta y volvimos a confiar en nuestro despistado Tom Tom, somos así, arriesgados aventureros en busca de, ¡Vete tú a saber! Ya que al final, nos termina pasando de todo, a veces, las menos, incluso bueno.

Resultado de imagen de chistes sobre gps
El camino que nos indicaba nos hacía cruzar toda Francia, para entrar por Irún a España. Y mi lucero sospecho que yo tenía algo que ver con el trayecto. No entiendo por qué puede dudar de mí, de esa manera, o sí.


-          ¡Nena! ¿Seguro qué cruzando toda Francia, hacemos menos kilómetros?
-          Yo también me he sorprendido, pero es lo que dice ¿no te fías de mí?
-          ¡Ni un poquito!
-          ¡Me estás ofendiendo!
-          Tu por unas tapas y un txakolí, eres capaz de recorrer medio mundo.
-          Reconozco que me puede la gastronomía y el buen vino ¡Pero no estoy tan loca!
-          No estoy yo tan seguro.

Le puse mi mirada asesina, se rio de mí y nos pusimos en marcha.

Decidimos hacer noche en Besaçon, donde su ciudadela al pie del rio, reproduce una imagen impresionante bella.
Encontramos un área por internet, que describían como paradisiaca, al lado del rio, con increíbles vistas y césped en todas las plazas, donde el silencio de la naturaleza nos permitiría disfrutar una noche tranquila e inolvidable (Algunos les echan una guasa a las descripciones).

El césped, brillaba por su ausencia, ocupaba su lugar una gravilla polvorienta, la zona tranquila, era el campamento de un grupo de hippies itinerantes, que habían hecho de esta área su hogar y disfrutaban cantando y bailando alrededor de una hoguera.

Resultado de imagen de besançon citadelle
Estábamos tan cansados, que nos quedamos, a pesar de la juerga. Eso sí, las vistas eran impagables. Con el anochecer, las murallas de la ciudadela eran iluminadas, resaltando la piedra y las formas de una construcción majestuosa y desde el otro lado del rio donde nos encontrábamos, la imagen era una preciosa postal.

Cenamos con aquellas maravillosas vistas y cuando Morfeo estaba a puntito de acunarme entre sus brazos, comenzó un viento, en principio suave, que fue acelerándose poco a poco. El cielo comenzó a cubrirse de nubes negras y los relámpagos iban iluminando a modo de latigazos incontrolados, el oscuro y tenebroso cielo, con cada sacudida un brusco y seco trueno, que dejaba constancia de la cercanía de la tormenta eléctrica.

El polvo y el viento huracanados hicieron desaparecer hasta los nómadas y a poco estuvo de hacernos desaparecer a todos, auto incluida ¡Que noche! Mientras el viento arremetía, como un miura, la autocaravana se balanceaba a su merced. Podíamos ver por las ventanas, como volaba todo aquello que no estuviera sujeto a nuestro alrededor. Las envestidas del viento huracanado produjo momentos de tensión y no, no habló de la sexual, por un momento, pensamos que volcaríamos. Llegados al borde del ataque de nervios, pensamos en marcharnos, pero la espesa capa de polvo en suspensión impedía ver, más allá de nuestras propias narices y no se nos ocurría nada, que no fuera mucho más temerario que esperar a que se produjera un milagro, ya que no hay alternativas posibles, cuando la naturaleza decide dar rienda suelta a su poder, ni humano que lo pueda detener.
Resultado de imagen de besançon citadelle
Durante algo más de una hora, estuvimos en alerta, con todos nuestros sentidos puestos en cada uno de los vaivenes del auto, en cada rayo o trueno, midiendo mentalmente, la distancia del epicentro de aquella tormenta del demonio, sin hablar, en silencio, mirando a nuestro alrededor, de vez en cuando nuestras miradas se cruzaban y mi Lucero me apretaba la mano para que le sintiera cerca, como si eso fuera a salvarnos, en caso de que la cosa se complicara más.

Imagino que el agotamiento pudo con nosotros, tanta tensión merma a cualquiera y nosotros caímos como venditos a pesar de que el Apocalipsis nos rodeara, jugando con nosotros y nuestro destino.

Cuando despertamos, el cielo encapotado nos dio los buenos días, evaluamos las bajas, si las hubiere, pero parecía que todo estaba bien, así que, sin apenas desayunar, nos pusimos en marcha, no volviera la tormenta a rematar faena.


Pero aquello no sería el final de nuestra desastrosa vuelta…

29 sept 2017

COLMAR, EGUISHEIM Y UN LUCERO SIN CAFÉ


Llegamos a Colmar con mucha ilusión, habíamos oído hablar mucho acerca de su arquitectura, arte y belleza, que además figura en todas las guías como cuna del vino alsaciano ¿Se podía pedir más?
¡Pues sí! Un poco de buena suerte, para variar.

Y no, no es que la ciudad nos defraudara, es una preciosidad, pero la verdad es, que, a lo largo de todo el viaje, he usado todos los adjetivos que me sabía y sus sinónimos. He intentado describir todo tipo de pueblos y ciudades, algunas con ciertas similitudes. Con lo cual la descripción de esta ciudad se me hace harto difícil. Es lo que tiene visitar tantos sitios increíbles y bellos, que al final hablar de sus canales, de las flores de sus fachadas o de la arquitectura que la caracteriza, termina siendo repetitivo y monótono, por no decir obvio.

Si que pasamos por una pequeña feria vinícola que ofrecía tapas y vinos a muy buen precio y que recorrimos hasta el último rincón en busca de ese edificio o lugar curioso, donde poder sacar la mejor de las imágenes para el recuerdo.



Al fin y al cabo, viajar trata de eso, de conocer gentes, lugares, costumbres y gastronomía. Ampliar nuestra forma de ver el mundo, he incluso a veces, cambiar la forma de pensar sobre aquellas cosas, que alguien nos contó o leímos en algún lugar y que poco o nada tiene que ver con nuestras vivencias.
Si mencionaré a pesar de haberlo hecho durante todo el viaje, es el calor sofocante, pero en este caso es para añadir otra catástrofe a la serie que este verano ha tenido a bien acompañarme y que aún hoy llevo conmigo, como una crucecita.


Volvimos a nuestra casita-móvil, cuando nuestras neuronas fundidas por el insoportable bochorno no daban para más (obvio que las mías ya venían fundidas de nacimiento, al menos la mayoría, razón por la cual, estoy para que me encierren)



Decidimos poner el aire, a ver si conseguíamos sobrevivir, sin derretirnos, mientras atacábamos la nevera en busca de agua fresquita, que nos supo a gloría, poco a poco nos recuperamos he hidratamos ambos dos a la vez, para volver a emprender la marcha.

Cuando el generador, decidió pasar a mejor gloria, por segunda vez, que yo creo que nos tiene manía. Por si no tuviéramos suficiente, con no tener gas, ahora tampoco teníamos luz, menos mal que el viaje estaba a punto de terminar, si no a ver quién aguantaba a mi lucero sin su café mañanero, hasta llegar a la primera cafetería.



               
Primero dijo adiós a su cafetera italiana, por falta de fuerza en el gas, ahora también decía adiós a su cafetera de George Clone, por falta de generador, que largo se me iba a hacer el viaje de vuelta.



Es así como llegamos a Eguisheim. El cual se encuentra entre los 10 pueblos más bellos de Francia, al menos en el ranking que yo miré, no quiero herir sensibilidades.


                         
    


El área estaba situada en el parquin de una bodega, al principio nos chocó un poco, pero está buena gente debe abrir sus puertas a todo el mundo. Lo digo porque mientras nos poníamos en marcha, los vecinos de enfrente, que habían debido celebrar algo, venían cargados con mesas y taburetes que dejaron en el interior de la nave central de la pequeña bodega. Por si todo eso no fuera suficiente, nos ofrecía a los autocaravanistas todos los servicios, incluidos agua y luz, sin ningún tipo de coste y confiando en el buen hacer de todos los visitantes.


Como los dueños no se encontraban, decidimos ir a visitar el pueblo y a la vuelta, intentaríamos saludarlos.


El pueblo es pequeño, pero tiene un recorrido en forma de circulo que bordea una especie de anillo que lo envuelve, que es una delicia. Sus calles de adoquines y sus casitas antiguas acompañándote todo el recorrido, hacen que sea uno de los pueblos con más encanto de todos lo que he visitado.


Eguisheim, ha sido la guinda a este viaje. Pueblo pequeño, pero encantador, diferente a todo lo visto, he imprescindible para un recorrido por Alsacia. La cual perdurara por siempre en mi cabeza y en mi corazón, por lo visto y lo vivido, a lo largo de este pequeño gran viaje, que tanto he disfrutado y tanta felicidad me ha dado.



¡QUIERO SER ARTISTA!

  Mi Lucero ha pasado un bache, bueno más que un bache un socavón. Empezó viendo chiribitas y terminó tuerto. Las alarmas saltaron el día me...