Ante todo que los funcionarios no se ofendan, se que todos no son iguales y que todo no funciona igual, A DIOS GRACIAS.
Por todos es conocido la lentitud en las administraciones públicas y esto que os cuento lo confirma.
Hace 17 años que la EMV nos entrego las viviendas a cambio de nuestras casas, fue en ese mismo momento cuando comenzaron un sin fin de peripecias, por todas las deficiencias de las viviendas, que eran muchas. Hubo denuncias que se quedaron en el camino por la perdida de expedientes, si como se oye. A eso si que le llamo yo eficacia. No hay expediente, no hay problema. Hoy 17 añitos después he vuelto a saber de ellos. Un poco más y sonaría igual que la canción, de "20 años no es nada". Por lo visto han encontrado un expediente, justo el que no necesitábamos, pero en fin, nada es perfecto.
Suena el teléfono:
- ¡Sí! Dígame.
- El señor Santo, llamo de la Comunidad de Madrid.
- No, no vive aquí, pero es un vecino.
- Tengo que hablar con el de unos arreglos.
- Bueno si le sirvo yo, soy la administradora.
- A pues sí, es de una denuncia que puso una tal Odry.
- Soy yo.
- ¡Anda que suerte, haber dado gusto con usted!
Me abstengo de contestar, por lo obvio, yo pongo la denuncia, yo pongo mis datos, pero al hombre la hacía tanta ilusión que prefiero seguir escuchando.
- En las casas les entraba el agua y se estropeo el parquet, era para cerrar el expediente si ya están terminados los arreglos.
- De eso hace 17 años.
- ¿Y ya está arreglado?
- ¿Cree usted que íbamos a estar 17 añitos, viendo como entra el agua en nuestras casas? Demasiado que aguante año y medio un socavón en el salón, para que terminaran descubriendo que el agua que manaba era de la tubería del baño contiguo. Claro está, que el tiempo que necesitaron tenía más que ver con lo vagos que eran los jodios albañiles, que con la birria de la avería, cada vez que veían el panorama, decían que era mucho trabajo y se iban a otra cosa, vamos lo que viene siendo, fumar. Hasta el día que saque la Vallecana que llevo dentro, cerré la puerta con llave, me la metí en el escote, casi la pierdo, por que no tengo delantera suficiente para estas cosas y les dije con los ojos inyectados en sangre, de aquí no sale nadie, hasta que no este tapado el socavón. Debí ser muy convincente, por que tardaron media horita en arreglar la avería y en cuanto seco la pared lo taparon, pidiéndome mil disculpas por la tardanza.
- Si, ya lo imagino, pero y lo del agua que entraba por la puerta de la calle ¿se lo arreglaron?
- Pues no, nos pusieron unos tejadillos de cristal, por los cuales, entraba el agua como en las cataratas del Niagara, vinieron arquitectos y aparejadores, que miraban atónitos, tal espectáculo de la naturaleza y sin una solución mínimamente coherente, todavía recuerdo como uno le decía al otro.
o ¿Que hacemos?
o Los quitamos
Mientras yo les decían “Si los quitan entrara más agua, ¿No creen?
Una vez descartada la colaboración de Arquitectos y Aparejadores descerebrados y sin ideas, el Paparazzi tomo cartas en el asunto, descubrió una pintura especial y lo sello todo con unas vendas.
- ¿Entonces está arreglado? Le acuchillaron el parquet, o tienen que ir todavía.
- Ya no tengo parquet, las tablas se levantaron y los enanos se clavaban las astillas cuando gateaban. – No os creáis que el tono amenazador de mi voz le hacía insistir de tan ridícula conversación, el seguía como si no fuera con el la cosa, debe estar muy inmunizado el pobre.
- ¿Entonces ya no tiene que ir?
- No pero de todo modos, gracias con 17 años de diferencia.
Fue colgar el teléfono y llamar a la Presi.
- Nena, mira lo que me acaba de pasar, ¿sigues queriendo poner una denuncia, por la filtración de agua en los garajes?
- Mejor vamos a llamar a una empresa para pedir presupuesto.
- Si, era justito lo que yo pensaba.
CONTINUARÁ.