7 dic 2021

EGO

 



La semana pasada, me invitaron al estreno de “EGO”. Película protagonizada por María Pedraza, Marián Álvarez, Pol Monen y Alicia Borrachero.

https://www.youtube.com/watch?v=6OUl4zFvhP0

María Pedraza, está impresionante, metiéndose en la piel de una joven que, en plena pandemia, busca pareja de su mismo sexo a través de una red de citas. Allí se encontrará con alguien idéntica a ella que, parece querer suplantar su identidad.

 La película va de menos a más y en más de un momento te deja sin aliento, tratando un tema que, muchas familias han tenido que sufrir y seguirán sufriendo.

Yo no soy crítica, pero se lo que me gusta y lo que no. Está película me gusta, sobre todo y teniendo en cuenta, lo mucho que costó llevarla a cabo en plena pandemia. La rodaron en tiempo récor, una semana. Muy pocos se atrevían a gravar por el miedo al virus.

Tras la fiesta, os fuimos a tomar algo y allí, me encontré con Jota Linares. Director de cine al que yo conocí hace algunos años, en las maravillosas fiestas de cumpleaños de Chon y Lidia.

Me hizo muchísima ilusión, no sólo porque sea un gran tipo, sino, porque me trajo recuerdos de aquellos días, en los que se hacían fiestas sin mascarillas, sin distancia social y sin miedo a los virus (Vamos, como ahora los universitarios).

No es que yo bailara mucho, la verdad. Normalmente, después del tentempié me invitaban a meterme en una de las habitaciones. Y me sentaba sobre la cama a esperar.

Sacaba mis cachivaches y bajo la luz de una lámpara cubierta por un pañuelo comenzaba a recibir, uno por uno a todo aquel al que le apeteciera una tiradita.

Visto desde fuera, podría llevar al error, ver aquellas colas ante la puerta de un dormitorio. En mi favor, diré que mi Lucero, también estaba en dichas fiestas, aunque imagino que eso tampoco da mucha garantía.

En más de una ocasión alguno-a preguntaba, porque demonios había cola y que daban en aquel cuarto. Es más, nunca sabré, si después de ciertas horas, estaban en la cola por vocación o por equivocación.

Para mí lo mejor de todo, es que al final de la fiesta, conocía en profundidad a todos y cada una de las personas que pasaron por allí. Llevándome el mejor recuerdo de cada uno de ellos. Es más, creo sin ánimo de ser pedante que, más de uno se acordara de mí; sobre todo, a los que no les acerté ni una. 

Es lo que tiene ser una pitonisa amateur. 


 

 


30 nov 2021

CON LA MAFIA EN LOS TACONES

 


https://leer.amazon.es/kp/embed?asin=B09K5GZ62Q&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_6BN8VAZ9Y55PG4DVE6WM

   Hace mucho tiempo que deje de publicar y no por falta de historias. En realidad, soy un pozo sin fondo. Nunca conseguiré entender, como una maruja en horas bajas como yo, puede tener esta capacidad para meterse en tantos follones y encontrarse en situaciones tan surrealistas. Todo ello, sin apenas haber salido de casa.

   Y sí, he dicho “maruja”, por lo visto ahora es políticamente incorrecto. Y es precisamente eso, lo que me ha empujado a volver a escribir.

   En un momento de empatía sin igual. Comencé a pensar en todas esas historias que me gustaría contar y descubrí que, en casi todas, siempre podría haber algún colectivo, persona, animal o cosa que, se sintiera ofendido.

   Con lo cual, comencé a censurarme y llegué a hacerlo de tal forma que, perdí mi esencia, he incluso la gracia (Si es que alguna vez la tuve).

   Y no, no es que fuera a volverme loca, metiéndome en política, religión o insultando a todo ser viviente. Nada más lejos de la realidad. Mis historias son de andar por casa, salen de mis desventuras que no son pocas y de mi entorno que, dicho sea de paso, es de lo más peculiar.

   Lo malo era que, necesitaba escribir, como el que necesita oxígeno para vivir. Al final, decidí dejar de lado mis pequeñas historias reales y pasé a la ficción, donde para mi sorpresa, encontré un mundo en el que me he movido como pez en el agua.

   De aquellos barros, este libro: CON LA MAFIA EN LOS TACONES.

                       

   Lleva más de un mes a la venta en Amazón, pero no me he atrevido a contarlo, hasta ahora. Cuando algunas personas ya lo han leído y me han dicho que les ha gustado.

   Sé que me queda mucho por aprender, en realidad, tan sólo soy una contadora de historias que, aspira a poder ser una escritora.

  Aquí comenzó mi aventura y aquí es donde tenía que volver para dar las gracias, por todo lo que aprendí de mis compañeros y por todo lo que he conseguido con sus ánimos.

   Espero que os guste.


PRESBICIA

  Erase unos ojos a unas gafas pegados, que escribiría Quevedo.  Yo nací con gafas y no, no es una exageración de las mías. A los veinte día...