Nuestra
vida esta llena de decisiones, algunas más desacertadas que otras, doy fe de
ello.
Cuando
empecé a escribir, sólo quería escapar de mis fantasmas y hacer que todo en mi
vida tuviera el color que yo decidiera. No voy a negar que el negro sea uno de
mis colores favoritos, pero como en la vida no interviene una sola persona, no
voy a poner al resto del mundo de luto, no sería honesto.
Seguramente
no entendáis nada y es lo que tiene leer a una desequilibrada en horas bajas,
aunque cada día menos, las horas bajas, el desequilibrio es congénito, pero he
empezado tantas veces este post y lo he borrado otras tantas, que al final me
he dicho “¡Nena lo que salga!” y es que de alguna manera tenía que empezar.
No puedo
explicar por que un día se me hizo imposible contar ni una sola de mis
desventuras en un todo más o menos cómico, bueno la verdad es que sí, pero
prefiero pensar, que me pudo el lado oscuro
Imagino que alguien se preguntara
– ¿Y por qué hoy? Con lo agustito que estábamos-
Si salgo de esta os lo contaré y si
no salgo también, seguro que es más divertido. O al menos eso quiero pensar.
En fin que
tengáis mejor fin de semana que yo.