Ante todo Ana tesoro perdona por olvidar lo tuyo, lo subsanare en el próximo post, si no te importa, Un besazo.
Hay que estoy que no me lo puedo creer y lo tenía que publicar por si no se vuelve a dar el caso.
Por fin el viernes mis vástagos tuvieron cole.
Mis hijos van a un colegio publico, yo sí creo en la enseñanza publica y no como todos esos pogres que se rasgan las vestiduras hablando sobre ella, al parecer son más rojos que nadie, pero luego llevan a sus hijos a colegios concertados o privados, por que es de más calidad y no están llenos de inmigrantes y gitanos. Yo como siempre intento ser consecuente con mis ideas (Eso no significa que siempre lo sea, o que los demás no tengan ningún derecho a hacer y pensar lo que les venga en gana), siempre he pensado que la mejor manera de defender algo es participando de ello. La verdad es que me ha ido bien y a mis hijos mejor, siempre tuve la suerte de tener un profesor cerca con ganas de ayudar, por no decir de mi vecina profesora de vocación que me ayuda con sus consenjos y su saber escuchar y gracias a todos ellos, la lucha con mis fieras ha sido un poco más fácil. Siento el tostón pero si no lo digo exploto.
En fin primer día de cole y mi bestia parda mayor entra por la puerta FELIZ, que ya es raro verlo feliz y sospechoso que no os imagináis si viene del Insti.
- ¡Hola mama! – Me dice con una sonrisa de oreja a oreja
- ¡Hola tesoro! ¿Qué te pasa? – le digo extrañada.
- Nada que estoy contento.
- Si eso es lo raro, verte contento, ¿Seguro que vienes del Instituto?
- ¡Jo mama! Pues claro.
- ¡Que no! Es que me ha tocado mi Tamara.
- ¡Date, tu vienes de un afterawer! – Si es que tanta felicidad no podía ser, pensaba yo.
- ¡Que no boba, que vengo del Cole!
- Entonces esa Tamara ¿Quién es? Alguna compi de fechorías del Insti.
- ¡Que dices! Es Mi Tamara, mi profe de 1 de ESO, la que me quería tanto.
- ¿Y te sigue queriendo hijo? – Por que no nos vamos a engañar en los últimos tres años Mi Adolescente a pasado por etapas muy apáticas, hacía sus pobres profesores.
- ¡Pues claro!
- Que maja, ¿En que asignatura la tienes?
- En lengua, así que este año tengo posibilidades, voy a hacer la tarea y voy a estudiar.
- Definitivamente a ti te han dado drogas en el Insti. Eso si que no lo oída yo desde 2 de ESO.
- ¡Jo mama! Que es en serio, que me han tocado unos profes muy majos.
- El primer día, ya veremos si no empiezan a ser los aliados de Satán según pasa el curso y no te ponen las notas que tú crees que te mereces.
- Que no, está vez me lo voy a tomar en serio, ¿Qué hay de comida?
- Puré de verduras y salchichas. – Lo dije pensando para mis adentros, es ahora cuando sale el niño el exorcista que lleva dentro y empieza a protestar por la comida.
- ¡Vale! – dijo igual de contento.
- ¡Hay madre que me temo lo peor! ¿No te habrán expulsado el primer día?
- Mama, como eres, que de verdad estoy contento y tengo hambre.
Así que estoy que no me lo creo, por eso lo tenía que escribir, máxime conociendo a mi adolescente que hasta hace una horas, pensaba que el instituto era su particular máquina de tortura y que el tenía clarísimo que iba a dejar de estudiar en cuanto llegara a los 18 años.
¿Habrá cambiado de opinión con respecto a estudiar?
¿Será posible que se haya obrado un milagro?
¿Su Tamara seguirá queriéndole después de unas clases?
¿Estará mi hijo sentando la cabeza?
¿El madrugón le habrá confundido? Cual Dinio la Noche
Mil preguntas sin respuestas se agolpan en mi alocada cabecita, ya os contaré.