Imagino que conocéis esa sensación de paz, que a veces nos invade, son esos momentos en los que la soledad se muestras más amiga que nunca y nos permitimos pequeños lujos, escuchando alguna melodía que haga que nuestra imaginación vaya más haya, es un sentimiento de fortaleza, de capacidad, es la sensación de que todo es posible, que no hace falta esperar a mañana, hoy puedes comenzar la aventura, coger los pinceles y dejar que las musas lleven a tus manos la magia de crear y mientras la pintura se esparce por el cuadro, tu te sientes especial, por que piensas que ya todo es posible y que una vez el sentimiento anide en nosotros, aferrarnos a el para que no nos abandone jamás.
Me sentía especial, feliz, dichosa, por la simple razón de existir de estar aquí, de saborear este precioso momento en paz, sin agobios, sin ruidos estridentes, sin preocupaciones, el mejor momento del día, en pleno éxtasis sonó el teléfono, me dije para mis adentro “Adiós a mi paz, a mi pintura y a mi felicidad”, aún así cogí el dichoso teléfono, que no dejaba de sonar.
- Sí, ¿Quién es?
- Soy yo, Maléfica, ya iba a colgar, por que pensaba que no estabas.
- Estaba intentando empezar un cuadro. – Y si se que iba a colgar, no lo hubiera cogido.
- ¿Ya ha vuelto tu musa?
- Estaba entrando, cuando ha sonado el teléfono.
- ¡Ha ya, hoy tampoco pintas!
- Eso tu animando.
- Lo que tienes que hacer es organizar tú blog, últimamente no me gusta nada lo que escribes, es súper deprimente.
- Y tocando las narices. – Eso me pasa por no poner identificador de llamada.
- No tesoro, lo que yo quiero es que no se te vaya la gente de aburrimiento, que se te apuntan tres y se borran dos y es que el blog necesita frescura.
- Entonces escribiré sobre ti, aunque lo mismo me lo clasifican X.
- Que sepas que no me ofendes, yo le daría un aire diferente, algo más chic.
- Acepto ideas.
- Estoy dispuesta ayudarte, a la Paca la vamos a dar un nuevo look.
- Sí, y al Paparazzi lo ponemos músculos y le quitamos 30 años, no te fastidia.
- De verdad, no te dejas ayudar y esos dos tiene tajo.
- Y mucha mala leche, pero tampoco se puede contar todo.
- Si es que te están minando, así esta tu casa de triste, si es que todo se pega.
- A ti te ha dejado el novio y vienes a desfogarte conmigo ¿NO?
- No, pero ayer hable con la Presley y me dijo que el día de la avería, cada vez que entraba en tu casa, estaba el hombre en la puerta, cuatro veces entró y los dos allí presentes, eso mina la energía.
- ¡Vale son cotillas!
- Pero mucho, nena y eso mina, que te lo digo yo.
- Tu si que minas.
- No has pensado en mudarte.
- Pues la verdad es que desde que mi Lucero me enseño el lado positivo, yo hasta estoy agradecida.
- No me fastidies, que tener dos cotillas todo el día en la mirilla, tiene un lado positivo, a no ser que sea para espantar a las visitas indeseadas
- No mujer, aunque me estás dando unas ideas, a lo que me refiero es a que mi Lucero dice que no es pagable tener un guarda de seguridad las 24 horas del día vigilando.
- Tu Lucero es un vendito, pero a lo que íbamos, podías hacer algo diferente, algún desnudo o algo así, el sexo siempre atrae a la gente.
- Me estas sugiriendo un posado pactado conmigo misma, ¡Manda huevos!
- No nena, tú no tienes físico.
- ¡Pero existe el fotoshop!
- Ni con eso.
- ¡Que te tengo dicho de ser tan sincera! Con las amigas, no.
- Pero si la sinceridad no mata.
- Por que no estas cerca guapa, que si no, no lo cuentas.
- Bueno ¿Entonces qué? Me haces unas fotos o te las haces tú y nos reímos todos, por lo menos alegrarías el panorama.
- Pues mira lo mismo hago que voten, aunque si no ganarás no se que ibas a hacer con tu ego.
- Soñar es gratis tesoro, pero ya me darás las gracias por innovar tu blog.
- Mejor sigo con mis historias, que lo del interviú, es sólo para modelis y no para cuarentonas en horas bajas.
- Como te gusta arrastrarte por el fango, no decías lo mismo cuando te hiciste las fotos de Punta Cana.
- Las hicimos de coña, mi hermana tenía depre, por que los fotógrafos no la ofrecían el book.
- Ni a ti tampoco.
- Y dale, que estoy mayor.
- Y blanda, que te las hiciste con ella.
- Le daba vergüenza, era para animarla.
- Sí la verdad es que es verte y pensar que no hay nada peor, pero bien que te luciste.
- Mira se acabo, voy a pintar y a volver a mi paz si es que puedo, por que me has puesto a cien.
- Justo lo que necesita tu blog, ¿Qué, te vas a volver a pintar desnuda?
- ¡Adiós perturbada!
- ¡Adiós estrecha!