Definitivamente, confirmado la de Cuenca me lee y esto va por ella.
En el último post, antes de mi parada la mencioné, debido a unas “quitame esas pajas” que tuvimos una tarde desacertada por mi parte. Faltaría más, que ya he dicho que llevo tiempo sin pensar.
Que no es que me faltará razón, pero si tacto y es que a veces nos ofuscamos y no somos capaces de ver un poquito más allá.
En principio pensé que me había entendido y no se tomó en serio mi enfado. Me equivoqué, estaba rencorosa y dejó de hablarme. Hasta un día en el que andaba yo tendiendo mi ropilla y se me calló un calcetín, y la oí decir:
- Eso, eso, escóndete.
- ¡Que se me ha caído un calcetín! ¡Ridícula!. Le contesté mientras entraba en su casa.
30 Segundos más tarde la tenía en la puerta, dándome un ultimátum:
- ¿Te vas a disculpar?
- No, en todo caso te lo puedo repetir. Le contesté.
- Tú, tú no estás bien de la cabeza. Me decía súper ofendida.
- ¿Anda y te das cuenta ahora? Si está tara me acompaña desde que tengo uso de razón.
- ¡Ahora se te nota más! ¡Además, yo no soy una sin-vergüenza! Eso lo serás tú.
- Hay llevas razón, vergüenza ninguna, ni quien me la ponga.
- ¡Tú tenías que haber venido a mi casa a decírmelo, y no por la calle!
- ¿Si no me hablabas, para que demonios iba a ir a tu casa? Además me dijiste que me esperara a un mejor momento.
- ¡Pues ya estoy disponible! Te vas a disculpar.
- ¡Serás Burra!
- Seré lo que tú quieras, pero es cuestión de lógica.
- ¿Te parecieron lógicas todas las burradas que me dijiste?
- Puede que alguna fuera excesiva, pero es que salio el volcán que llevo dentro. Reconoce que te pusiste muy cabezona y no me dejaste opción.
- ¡ Ves como tenías que haberte disculpado!.
- A bueno si sólo es en las formas, puede que me excediera, ¡Ahí, te pido perdón! Pero en el fondo de la cuestión ¡Ni hablar! Que todo el mundo opina lo mismo.
- ¿Se lo has contado a alguien?
- A todo el que me preguntaba algo de la comunidad, les decía "es que la Presi no me hablaba".
- ¡Ves, yo no se lo e contado a nadie! ¿Quién es la cotilla?
- ¿Yo, cotilla? ¡Por supuesto! y eso que aquí en el rinconcito me entero de poco, menos mal que los vecinos que son muy majos me tienen al día, que si no, no me enteraría de naa.
- ¿Y que les has contado?
- ¿Yo? Todo, ya me conoces, “antes muerta, que callada”, ellos me preguntaban y ondaban, ondaban, que no me podía resistir.
- ¿Y encima, irías de victima? ¡Como si lo estuviera viendo!
- ¡Pues toma claro! No les iba a decir que la culpa era mia. Y todos me daban la razón, que conste.
- ¡O sea que encima, me has puesto verde!
- Pues va a ser que sí.
- ¿Me pones de “hoja perejil” por teléfono, se lo cuentas a todo el mundo y encima la niña queda como una victima?.
- ¡Hombre visto así! Ya te he dicho, que por las formas, te pido disculpas, y además, eso también se lo e contado a los vecinos, que me puse un poquito bruta.
- ¿Un poquito? Vale acepto tus disculpas. Creo que lo dijo de aburrimiento, por que me da que en el fondo me ha cogido cariño, son muchos años de incordiarla y eso quieras que no termina creando vínculos.
Un abrazo, unos besos y tan amigas, ¿o me la guardará para un futuro?
Yo, por mi parte cumplí la penitencia de volverle a decir a todos los vecinos informados, que la de Cuenca me había perdonado y alguno al que no me había dado tiempo a informar, como súper B, le tuve que contar la historia entera, pero fue por animarla, que no estaba en su mejor momento.
Un beso para los de Cuenca y a los demás también.