Era una fría noche de primavera, caminaba dispuesta a enfrentarme a mi destino, mientras el aire que movía mi cabello me impedía la total visión del oscuro descansillo, llegando al punto de tener que parar en seco, para no comerme a la Paca que también salía a la reunión de vecinos, sin intermitente ni nada, a lo loco, dispuesta a darlo todo (Por saco, mas que nada para no perder costumbre).
Y que solución creéis que propuso La Paca y su amado esposo, poner una barandilla, Presidenta que me exige reunión y yo que digo que o se le da un decapante y se quita algo de barniz, para no matarnos o la reunión la hace Rita la Cantaora, Presidenta, madre superiora de la familia tronada, que me lo impone y yo dimito en plan digno y le digo que la haga ella.
Seis meses se ha tomado la señora para hacer la reunión urgente, pero eso no era lo peor, lo peor es que los dos únicos puntos del día eran el descansillo y el patio. ¡Otra vez!, 20 años de reuniones, y no hay ni una sola en la que no salga la escombrera que tenemos por patio, sobre todo tema pelota, eso es un no parar de gritos, dimes y diretes. Por no hablar de todas las anécdotas que ha dado la dichosa pelota, como aquella en la que el ex de la Profe, jugaba con su hijo de 2 años y mandaron la pelotita contra las plantas de la Paca, había que ver como corría el pobre hombre, perseguido por el Paparazzi azadón en alto dispuesto a abrirle la cabeza. Si, somos gente muy civilizada y a falta de Manuela la del bombo, tenemos sustitos a diestro y siniestro, bueno más a siniestro, para que nos vamos a engañar.
Y yo, y mi dimisión, ¡Por Dios, no me van a dejar ni dimitir!
Los vecinos estaban despechados por mi marcha. Me explico, no es que yo sea una maravilla de administradora, pero no cobro y soy honrada, dado los tiempos que corren, la gente valora mucho estos pequeños detalles.
La reunión fue de un no parar, yo apunto del colapso, por no entender que no me pusieran en el orden del día, para entregar todo el papeleo, cuentas, actas y demás. La presidenta a la defensiva, que no la valió de nada, por que la Profe la puso firme a ella y a la Paca, eso por no hablar de la de Cuenca, yo decía algo y la Paca se hacía la ignorante y ella apuntaba, ¡Yo estaba allí! y más de una que le decía al resto ¿y vosotros estáis contentos con perder a Odry? y todos no se si por la coacción o de motu propio negaban y murmuraban a coro.
Entrar en detalles me sería imposible, por que la reunión además de larga, tenía más frentes que la II Guerra Mundial, pero no voy a negar que me sentí arropada, no solo por la gente a la que quiero y con la que he compartido muchos de los mejores momentos de mi vida, si no por esa otra gente, que solo ha visto mi trabajo y apenas nos conocemos, ver a todo el mundo volcado en conseguir que me quedara a toda costa, me hizo flaquear y a pesar de tener claro que no seguiría, no pude decir que no.
Así están las cosas, sigo siendo la pardilla que se encarga de poner un poquito de orden en este caos de Comunidad que tantas cosas malas y buenas me da.