31 dic 2014

PRIMADA

                                                    
 Primada: Reunión de primos-as y sus respectivos consortes.

A pesar de que Lili, llevaba anunciándola años, tubo que ser Sara, mujer de mundo y compañera de mi querido Carlos, la que pasará a la acción y pusiera fecha y lugar a la concentración familiar de perturbados y asociados.
                          

            Comenzó con un grupo de wassap, donde muchos de nosotros pasamos a tener contacto con primos a los que habíamos perdido la pista.
 
                                                     
            Según fue avanzando el tiempo, el intercambio fotos, dio paso a anécdotas, videos, imágenes y chistes divertidos, nuestros viernes se convirtieran en un día especial, donde wassap viene, wassap va, terminábamos a las tantas muertos de la risa.
                                                      
            Y con ese buen rollo llegamos a la reunión, donde algunos a los que esperamos no aparecieron, pero otros que no esperamos, nos dieron la grata sorpresa de querernos conocer, por que a pesar de ser familia, los años, los trabajos, y distancia, habían cambiado de tal modo nuestras vidas, que era raro, por no decir imposible coincidir.
                      
            De cómo el protagonista de nuestra tan esperada cena, terminó siendo el camarero, sólo podría entenderse de conocerlo, clavadito al ya mítico camarero del guateque, eso sí, a lo español, bajito, regordete y con gafas.
                                         
                                  
           Mientras las conversaciones fluían a mil bandas en el asador escogido, para tan magno evento, el camarero asignado. Iba de un lado a otro mosqueado como una mona con chinches, llevando la contraria a diestro y siniestro.
                           
            Que mi prima Bea pedía Merluza, le atizaba emperador.

            La noche avanzaba y su mal genio, también. Llegado el momento postres, aquello paso a ser un autentico despiporre.

            Lanzaba el helado, como si estuviera enfoscando una pared, ¡Que mala leche!, como se balanceaba el plato que no cascaba por el golpe, el caso es que todos mirábamos atónitos, pero incapaces de decir nada, no fuera a ser que nos lo pusiera de peineta.

      

   Cinco minutos después volvió a la carga con la tarta, no cayó ni una de pie, lo bueno era que el helado ya semi fundido por el calor, amortiguaba el golpe, también es verdad que los avispados que le veían llegar espátula en mano, colocaban la servilleta a modo de escudo antimisiles y se ahorraban salir a lunares de tan grato evento, aunque a veces por muy previsor que fueras, no tenías escapatoria, mi pobre lucero decidió acercarle el plato, para evitar la masacre, pero este que debía de llevar las gafas de lejos, no atinó y terminó en medio del mantel.



-         ¡Coño! Que te has movido.- Le decía el camarero mientras recogía la tarta del mantel y se la plantaba en el plato.
Mi pobre lucero le miraba incrédulo, pero no le dio tiempo a decir nada, en ese momento, Alfredo al ver el panorama y como podía terminar su lanzamiento al estar al otro lado de la mesa, le dijo:
-         Yo no quiero, gracias.
El camarero miro a mi Lucero y lanzando otro trozo de pastel encima del recogido de la mesa, le dijo susurrando.
-         ¡Este es maricón!, así que pa ti.
                     

   Mi Lucero y el resto que veíamos el panorama, ya no pudimos más, teníamos dos opciones, mandar al camarero al paro o reír. Nos tenía a los quince sin rechistar y optamos por la risa. Eso sí ya a la hora de los cafés, el hombre andaba desatao y nosotros pendientes, cachondeo viene cachondeo va.



-¿Usted como quiere el café caballero? – Lo decía mientras apuntaba en una libreta aceitosa, que dicho sea de paso podía habérsela ahorrado, total no daba una.
- Yo un cortado.
- Descafeinado de máquina, ¿no?
- No, quiero un cortado.
- Vale descafeinado de máquina. -Seguía diciendo, mientras apuntaba.
- ¡Perdone! Lo mismo me he expresado mal, pero quería un cortado.
- ¡Que si, que ahora le traigo el descafeinado de máquina! Y siguió preguntando a mi prima, mientras Eduardo me decía.
- ¡Odry! ¿Lo he dicho mal?
- No cariño, es que te ha ignorado, igualito que está ignorando a tu prima ahora mismo. Y al volvernos para escucharle oímos:
- Usted.
- ¡Solo!
- Vale, la leche aparte.
-No sólo.
- Que sí, que ahora le traigo la leche.
Ya para rematar a Carlos se le ocurre pedirle:
-         Yo quiero, café sólo, con un chorrito de Baylis.
Se vuelve a mi Lucero que estaba al lado y le dice:
-         ¡Otro maricón!
Ya sin susurrar ni nada.
                    
Para que más, ahí ya no había manera de controlarnos, entre lágrimas mirábamos al pobre Carlos, que le decía a Sara:

-         Díselo tu, que a mi no me cree. – Pero Sara no podía hablar sólo llorar como el resto.
-         ¡Ea! Me recorro 600 kilómetros para cenar y terminan cuestionando mi sexualidad.
   

   
Mi primo Edu se tomo su descafeinado de máquina, mi prima se tomo el café con leche y Carlos se bebió el café solo. Momento justo en el que apareció el camarero y le lleno la taza vacía del dichoso Baylis, sin hielo ni nada, que el pobre se bebió sin rechistar no fuera a que le llamará otra cosa más gorda.
           


En fin si pasáis por la Cepa y os encontráis con el, tenéis dos opciones, tomarlo a cachondeo, o salir corriendo.

                      

                        
                        

            





3 dic 2014

DESASTROSA Y SIN REMEDIO

                                                     

 Después de viajar una tiene que volver a la realidad, y en esta mi comunidad, la realidad, es como para mear y no echar gota.

            Os pondré en antecedentes, nos comunican que podemos anular los contadores de agua de bomberos del garaje. Unos meses después el ayuntamiento nos dice que tenemos que volverlos a poner, por que nuestra normativa es antigua y es la nueva la que no los necesita, llamo al Canal y empieza mi penar.

            En la primera llamada reclamación que te crió, al borde que se puso a gritarme. Cagüen en el abuso de poder y la prepotencia.

            En la segunda ya empezaron a abrir expedientes como si no hubiera mañana, yo tenía tantos números que tenía los nervios a flor de piel por cual iba a tocar, hasta que llego la ultima y me dijo te a tocao. Este y no va más, que tienes muchos expedientes abiertos.
            Manda huevos, como si los estuviera abriendo yo.
Me manda al inspector, ¡En que horita!

                      
-         ¡Buenas días!
-         ¡Buenos! – Al menos eso espero me digo pa mis adentros, después de esperar 3 meses para que viniera el señor.
-         ¡Uy, uy! Creo que hay un problema.
-         ¡No me fastidie! ¿Cuál? Si no ha mirado nada
-         La entrada del agua, tiene que ser por la derecha, en vez de la izquierda.

Lastima de no tener una foto de la cara de gilipollas que se me queda en ese mismísimo momento.
-         Me esta tomando el pelo ¿verdad? Esto es una cámara oculta, ¿Dónde tengo que saludar?
-         No, lo siento, es que ha cambiado la normativa
-         ¡Cagüen la leche con las normativas de los Cojo…! ¿Esto que va según el partido político que gobierne? ¡Por que si no ya me explicara!- Le digo mientras me contengo, para no dejarle la cara como un cuadro de Picasso.
-         ¡No mujer! – Me dice mientras no puede evitar la risa.
-         ¡Pues me lo explique! Si hasta hace unos meses valía. Solo falta el contador ¡hombre!
-         Ya, pero hay que cambiar la entrada de agua y tenemos que levantar el suelo de la acera, picar la salida y…
-         ¿Y por dentro, como le damos la vuelta a la instalación?
-         No mujer, de eso nos encargamos nosotros. Ya le mandaremos la documentación y el presupuesto para que pida permiso al ayuntamiento. ¿Se encuentra bien?
-         ¡No! – Le digo mientras le clavo mi mirada asesina, la que acojona, así que me da el papel y se va como alma que lleva el diablo.
 
Una vez recibida la carta y acordarme de todos los amigos constructores de señor del Canal de Isabel II, que tanta caja quieren hacer a mi costa, me pongo en contacto con la Junta de Distrito.

            De allí salgo con las ideas claras, adaptar el garaje a la nueva normativa, y me libro del contador y los 200 Euracos más IVA cada dos meses durante el resto de nuestras vidas.

Contrato a un ingeniero. En que horita, el tío nos cobra una pasta, le facilito el trabajo tanto que hasta le hago los planos, y nos hace un informe de corto y pego de la ley, sin haber pedido ni un puñetero presupuesto, por no hablar, de que me endosa otra vez el dichoso contador, con la consiguiente obra. Que ya son ganas de tocarme las narices, cuando yo le había explicado hasta la saciedad lo que necesitábamos.
                                                                   
            A mi esta a punto de darme un aquel y le mando un mensajito al Presi, para informarle.

            ¡Querido Presi!

            El impresentable de los cojo… del Ingeniero, nos ha tomado el pelo, así que creo que ha llegado el momento que saque la Vallecana que llevo dentro y le diga cuatro cositas, aunque sólo sea para desahogarme, por que si no lo hago, esto se me enquista dentro y no le arriendo las ganancias, como me lo eche a la cara, va a quedar que ni pa chope.

            Pero en fin como tú lo veas, si crees que tenemos que hacer otra cosa, estoy a tu entera disposición.

Un saludo Mar.

Un minuto después recibo el siguiente correo.

¡Buenas tardes Mar!

No te preocupes que me pongo en marcha ahora mismo y te consigo los presupuestos que necesitáis en un par de días.

Siento las molestias.

El ingeniero.                                                                                


Yo me quedo atónita y pienso.

1.      Es vidente, el muy porculero.
2.      Tengo superpoderes y telepatía. ¡Como molo!
3.      Le he mandado el correo, contestando a un correo anterior al que tenía adjunto al Ingeniero con el Presi.

¡Bingo!
           
            Como puedo me repongo y llamo al presi por teléfono para contarle la metida de pata.

-         ¡Odry, tú no te preocupes!
-         No, si preocupada no estoy, pero ya que tiene nociones de lo que siento puedo desfogarme a gusto, que lo tengo enquistao y eso…
-         No, mujer vamos a tener paciencia y ya veremos, si eso, mejor ya hablo yo con el.
-         ¡Vale Presi! Tú mandas.

En fin así anda mi vida, metiendo la pata un día si y otro también y por si no tenía bastante, este finde tengo primada.

¡Que Dios nos coja confesaos!



LA SINCERIDAD ESTÁ SOBREVALORADA

Jueves por la tarde y llamo a mi madre, que hoy no tenía cole, por que la profesora de informática estaba pachuccha. —¿Qué haces, madre? —...