Como ya os conté estuve en el pueblo visitando a mi Irma del alma, que ya tenía ganas yo de achucharla aunque solo fuera un poquito.
Ella y su Inti, nos han tratado a cuerpo de rey y como no podía ser de otra manera, lo hemos pasado bárbaro.
En pocos meses, se han hecho con el pueblo y son autóctonos de la zona, ellos dicen que han tenido suerte, yo creo que la suerte la han tenido los del pueblo.
Llegamos de madrugada a eso de las 3:30 de la mañana, aparcamos nuestra casita móvil y a dormir, a eso de las 10:15, ya sentíamos las voces de nuestros amigos, lozana y guapísima como siempre, Irma llena de energía, que daba una envidia la condenada, me hizo ir a desayunar, todavía no me había quitado las legañas, que según ella están moda en el pueblo.
Nos sentamos a desayunar y nos levantamos a eso de las 5:30 de la tarde.
Sí, se que no cuadra, mi Lucero y yo tenemos las mismas dudas, unas semanas después, en que momento, cambiamos el desayuno, por el aperitivo y este por la comida, es un autentico misterio, gracias que a alguien se le olvido la merienda, por que yo empezaba a parecerme a naranjito (me delata la edad).
El caso es, que al fin nos levantamos, nos costo, mucho, para que lo vamos a negar, pero llegaba el momento de la visita de cortesía a las excelencias del pueblo.
Teníamos que ir en coche y todos nos dirigíamos felices hacía la furgoneta cuando, Irma mano en jarra, en la otras las llaves del coche y sonriente, nos dijo.
- Sí, si podéis correr, pero que sepáis, que en la furgoneta no cavéis todos y alguien tendrá que venir conmigo.
- Yo, por supuesto- le dije, andando en dirección al coche, soy cobarde sí, pero por una amiga, yo MUE-RO. Como diría la Esteban.
Al cabo de unos minutitos de nada, ya me di cuenta, de que mi Irma, ha evolucionado al volante, ahora es mucho más temeraria si cabe, mientras tomaba una curva, que más que curva, parecía un círculo, cigarrillo en boca decía.
- Yo no entiendo, como aquí puede haber tantos accidentes.
- ¡Hombre!, ¿Por qué la carretera es de piedras, la curva si es más cerrada, sería un cambio de sentido y por que además de estrechísima, hay un barranco que a poquito se te vaya el coche, te despeñas?
- ¡No! debe tener algo que ver en como controlar el vehículo.
Yo pensé para mis adentros, mi niña ha sido poseída por el espíritu de Carlos Saíz y eso que no ha muerto.
Debo de decir a su favor, que incluso atravesó un riachuelo a toda pastilla y sin despeinarse, empezaba a sentirme como el compañero del Carlos, ese que decía lo de - ¡Trata de arrancarlo! ¡Trata de arrancarlo, Carlos por Dios!
Los dos teníamos la misma desazón aunque por causas diferentes.
Cuando llegamos a nuestro destino, no baje del coche y bese el suelo, estilo Papa, por si había bichos y por no herir sensibilidades, pero apuntito estuve.
No es que Irma lo hiciera mal, todo lo contrario, demostró una destreza, que para mi la quisiera, pero yo estoy acostumbrada a las callecitas asfaltadas, sin riachuelos, caminos de grava, cuestas de más de 60 º de desnivel y curvas imposibles en la que despeñarse una.
Menos mal que el lugar, la verdad merecía la pena, en medio de un bosque, con el sonido del riachuelo acompañándonos por todo el recorrido, en el ambiente una mezcla de olores de hiervas aromáticas, pajarillos cantaban mientras yo me iba dejando las piernas en carne viva, por pincharme con toditos los zarzales por los que pasábamos y mientras algún niño se nos iba despeñando, pero tranquilos no hizo falta atención médica, solo Betadine y esparadrapos, nada serio.
Después decidieron ir a un pueblo que estaba en lo alto de una montaña, la verdad es que la conducción de mi chica fue la leche, teniendo en cuenta que el desnivel de la carretera era de más de 70 %, que más que una carretera, parecía la subida a la atracción de una feria, eso si todita de piedra y sin espacio para maniobrar.
Yo no quise decir nada, pero para mis adentros pensaba, en cualquier momento, en vez de subir, el coche bajar, pero hay estaba ella, segura de si misma, volante en mano y subiendo como si lo hiciera todos los días.
Una vez arriba tubo ha bien un lugareño de los dos o tres que había en el pueblo, explicarnos, que nadie sube por allí, por lo peligroso que es, que todo el mundo sube por la otra carretera, que esta mejores condiciones y es muchisisimo menos peligrosa.
A lo que mi Irma le respondió:
- Pues este invierno lo intentamos, pero nos tuvimos que dar la vuelta, por que con el hielo el coche derrapaba.
Yo di gracias al señor (y no soy católica) por haber escogido la primavera para esta visita.
En fin que una vez en lo alto del pueblo, disfrutamos de unas vistas preciosas. El pueblo una pasada de callecillas de piedra y casas medio en ruinas, otras mejor conservadas con ventanitas de madera, era como retroceder en el tiempo, te invadía una sensación de paz tan agradable.
Encontramos a una pareja que andaba por allí, regando sus florerillas.
Mi Irma que habla, hasta con las cabras, entablo conversación con la mujer, al cabo de unos minutos, ya nos estaba invitando, a ver un museo, que ella misma había hecho, con todo tipo de herramientas y cosas típicas de los pueblos.
- Voy a por las llaves, sólo espero que los niños no se asusten cuando vean a los abuelos.- Nos dijo la señora.
- ¿Qué ha dicho que, de unos abuelos? –Le comente a Irma en bajito y con acojono incorporado.
- Que no se asusten, por que nada más entrar están los abuelos.
- ¿Disecados? ¡No me jodas!
- ¡No creo!
- ¿Irma, seguro que tenemos que ir?
Y vaya que si fuimos, mi Irma no se pierde una, pero eso lo contaré en otro post, que ahora no tengo más tiempo, je, je, je,
Espero la segunda entrega, me has dejado con las ganas de saber qué diablos les pasaba a los abuelos, y el viaje de vuelta, ¿elegistéis la carretera del derrape o la peligrosa?
ResponderEliminarBesos
Que ganas tenía de leerte ! que finde mas chulo y que peripecias con el coche jajaja ... para veros a ti y a tu amiga por un agujero jajaja...
ResponderEliminarEstoy intrigada con la visita al museo y esos abuelos ...
Besos !
Mercedes: Muchas gracias por comentar en mi casa, no te preocupes, que en cuantito tenga la segunda entrega, la publico.
ResponderEliminarUn besote.
Bet: No te puedes imaginar, que bien me lo pase, Irma es estupenda y su Inti también.
Lo de los abuelos también me intrigo a mi, no te creas.
Un besote.
Eres la leche Odry,ja,ja,ja...gracias por hacerme reír ,hoy lo necesito.
ResponderEliminarBesotes
Por alusiones: ¡guapa, ay, que me abrumas, que no es pa' tanto, que para majos vosotros, que sois unos santos (en el buen sentido de la palabra, no en el eclesiástico)!.
ResponderEliminarYa sé por qué los accidentes: no es una cuestión de agarre, en la cual yo aun soy novata comparado con los Fitipaldis que te adelantan por aquí echándote al arcén, es por los tractores. Me explico: uno va feliz por la carretera de a 60 a 120 por hora (de verdad que van así) y cuando giran la curva sin ninguna visibilidad y con un único carril para los dos sentidos, ¿con qué se encuentran? pues con un tractor que o viene de frente y le dan el beso de tornillo, o va en el mismo sentido y se le comen todo el cardan. Resulta que es por eso, no por el agarre.
Que que ilu más grande ser prota de uno de tus fantásticos post, ¡ay, que no quepo en mi!.
Cómo me alegra que hayas vuelto!!!
ResponderEliminarY siento curiosidad por exactamente las mismas cosas que Mercedes. No nos hagas esperar mucho por esa segunda parte.
Besitos
jjajajaj eso es tener una amiga de las que te producen adrenalina,no la dejes escapar jajaja
ResponderEliminarMORGANA: Siempre es un placer hacerte reir, ya lo sabes mi niña.
ResponderEliminarUn besote preciosa.
IRMA: Si ya sabía yo que lo de los accidentes tenía que ser por agentes externos, ja ja ja
Eres un cielo y me alegro que no te moleste mi forma de contar las cosas, por que la verdad es que me lo pase genial y me reí muchisísimo.
Gracias por todo preciosa.
Un besote.
ALIS: No te preocupes que ya estoy en ello.
Gracias por seguir aguantandome.
Un besote guapisima.
S: Como amiga de las mejores y como persona excepcional, por eso no pienso perderla la pista por muy lejos que se vaya, esta pobre no se libra de mi, ja ja ja
Un besote Preciosa.
Hola
ResponderEliminarLos pueblos siempre tienen fantasmas encerrados en casonas....
lo sé soy de pueblo....
a saber qué eran los abuelos....
besos
Jajaja, Odry, te va el riesgo,eh? (con todos mis respetos hacia Irma)
ResponderEliminarMiedo me da lo de los abuelos...
CRUELA: Aquí fantasmas, yo no vi muchos, vamos no vi ninguno, pero a los abuelos si que los vi.
ResponderEliminarUn besote.
PERLA N: El riesgo no me gusta de echo me declaro cobarde abiertamente, pero yo fan de Irma y con ella al fin de mundo, además lo hace divinamente, que a mí me gusta exagerar.
Un besazo.
Achooooooooooooooo que intriga con lo de los abueloooooooooos!! jajajajaajajajajaja
ResponderEliminarMe alegro que disfrutaras esos días con la Irma y la Irma contigo.
Besicos
Elly
Hola Odry, gracias por hacer que la sonrisa aflore en nuestros corazones, buena tarde,gracias, besos
ResponderEliminarElly: Amor, con Irma siempre se lo pasa una barbaro, es un encanto y ahora también nos cuenta sus aventuras en su nuevo blog.
ResponderEliminarUn besazo.
Don Vito: Es un placer provocarle una sonrisa.
Un besote.
Un texto muy bueno que me hizo sonreir. A mi me parece que los pueblos no son aburridos, los aburridos somos nosotros. Un beso, cuidate. Fue un placer leerte.
ResponderEliminarPoetiza: Bien venida a mi casa, muchas gracias por tu comentario. Además estoy contigo somos nosotros y no los lugares, los que somos aburridos.
ResponderEliminarUn besote.
Odry, gracias por la bienvenida lo mismo para ti en mis rincones poeticos. Hoy presisamente fui al pueblo donde naci y me diverti mucho montando un asno viejo que tiene un vecino de mi mama. Te dejo un beso, cuidate mucho.
ResponderEliminarPoetiza: eso me recuerda cuando yo era niña y montaba con mis primos, que tiempos aquellos.
ResponderEliminarUn besazo.
Me congratulo con tu vuelta en perfecto estado y más después de haber leìdo tus aventuras, a mí encanta el campo pero me aterrorizan (y no exagero) las carreteritas estrechas llenas de curvas, donde siempre aguanto la respiración rogando a todos los santos del lugar que no venga otro en dirección contraria. Y además toca hacer de Luis Moya, creo que llego pero salvo a patita, no vuelvo.
ResponderEliminarAsí que expectante por saber de los abuelos porque me quedan tan lejos e incalcanzables como la luna misma.
El pueblo de la Irma está cerca del límite del mundo civilizado, en las tierras altas y frías. Los abuelos estarán congelados, como los mamuts que se descubrieron en Siberia, seguro.
ResponderEliminarOdry, guapa, a ver si encuentras tiempo para contarnos tus aventuras, que son muy divertidas.
Tienes un don muy especial, pero que muy especial. Escribes de muerte, no por lo mal, al contrario eres genial. Si Yo fuera Tú recopilaba todos los relatos y los mandaba a una editorial.
ResponderEliminarEscribes fresco y con una alegría que desbordas, cuándo lo hagas quiero uno firmado.
Mil besos.
PILAR: Preciosa muchas gracias por comentar, me identifico totalmente contigo, pero lo importante es sobrevivir, je je je.
ResponderEliminarUn besazo.
TIZA: Guapisima, si me encuentro un abuelo congelado, todavia ando corriendo por los prados con los venados.
Me encanta que me diagais cosas bonitas, con lo petarda que soy todavía me echais de menos, eso sí que tiene mérito, por vuestra parta claro, ja ja ja
Un besazo.
MONTXU: Eres un encanto y sabes que yo te admiro muchísimo, pero después de este comentario, tienes mi amistad eterna, por santo y por majo.
Un besazo guapetón.
Joer, eso es un pueblo y no Mansilla de las Mulas ¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarCarmem Rosa:
ResponderEliminarEncantada con tu visita, se bien venida a mi casa, por su puesto que puedes poner mi link en tu web.
Un besazo.
SOMMER: Si Irma aparece por allí, no te creas, se les acaba la tranquilidad en un tris.
Cuídate reina,volveré en cuanto pueda.
ResponderEliminarBesos.
Morgana: Tomate el tiempo que necesites preciosa, lo primero soys vosotras.
ResponderEliminarUn besote mi niña.
que texto divertido.
ResponderEliminarme paso por aqui por primera vez... pero veo que le tengo para buen rato.
intriga el saber que paso luego...
oye estás allí?¿
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