Una vez emprendido el viaje de vuelta, pasamos por Oxford, su nombre está ligado a la educación debido a su antiquísima universidad de prestigio mundialmente conocido (a que ya parezco una reportera y todo).
Una universidad tan antigua que no se conoce la fecha exacta de su fundación, aunque hay evidencias de que se enseñaba en ella, haya por 1096 (con datos y todo, para que luego no digáis que no me documento). No voy a negar que respiré hondo mientras visitaba tan importante lugar de cultura y conocimiento, con la esperanza vana de que se me pegara algo, obviamente y después de leerme, no hace falta que diga que se necesita algo más que una visita.
Llegar al puerto de Dover y embarcar, fue todo uno, a poco se nos escapa el barco, el mar estaba revuelto y el día tan triste como nosotros por tener que decir “Adiós”, aunque todas las sensaciones negativas fueran desapareciendo según íbamos llegando a Caláis.
Al que piense que mi vena cursi de viajera ya ha pasado, siento defraudarle y es que no puedo ocultarlo, Francia es un país que me fascina, si ya se que soy fácilmente impresionable, pero recorrer el Valle del Loira es algo que tenía pendiente y el tiempo agradable y cálido, hacían de este el momento idóneo, no he recorrido todos los castillos, en una semana eso es imposible, pero si que visitamos algunos, no es que sean los más importantes, pero tienen un encanto muy especial y un regustillo a tiempos pasados donde no es difícil retroceder en el tiempo y sentirte una princesita de cuento ante tanta majestuidad (veis como sigo cursi perdía), bueno la verdad es que cualquiera de los rincones de este hermoso valle, tremendamente sugerente y seductor incluidos sus pueblecitos, limpios y ordenados, de verdad sin exagerar, los franceses tienen pueblecitos que parecen sacados de cuentos infantiles, con sus farolas adornadas con miles de flores, casitas de piedra, sólo falta blancanieves y toda su panda, para que termines por perder la noción del tiempo.
Uno se puede permitir el lujo de aparcar a la orilla del río a pasar la noche, entre arboledas, donde el silencio y la vegetación dejan paso a la suave brisa y el arrullo del río, que es como una caricia que penetra más allá de la piel para impactar en todos y cada uno de nuestros sentidos.
Lo hermoso de viajar, lo más llamativo es la cantidad de sensaciones que se acumulan en todos y cada uno de estos viajes, pasamos del ruido de la gran ciudad donde construcciones faraónicas desafían cualquier tipo de entendimiento del ¿Cómo? y el ¿Por qué?, para pasar a la paz y la tranquilidad de un pequeño bosque, un lugar sencillo, casi básico y no por ello menos mágico y maravilloso.
Entre cuento y cuento llegamos a la Duna de Pilat, otra obra faraónica pero no del hombre, si no de la naturaleza, desde lo más alto se divisa por un lado un precioso y frondoso bosque y por otro el mar desde donde se desplaza la duna hacía el interior del bosque, cientos de toneladas de arena fina que se deslizan formando una cresta inmensa y grandiosa que cuesta mucho subir, pero muy poco bajar, sobre todo si lo hace rodando.
Las Landas es un lugar increíble, donde puedes disfrutar de playas de agua dulce entre bosques, en una zona protegida y paradisíaca.
En fin que después de tanta extenuación por todo lo vivido y sentido, terminamos nuestro viaje pasando una vez más por pueblecitos del País Vasco, para terminar llegando a Madrid esa ciudad que me vio nacer y me soporta con paciencia, casi tanta como vosotros.
Espero os gusten las fotos.
Hola Odry, nos encanta el reportaje,menuda reportera estás hecha y evidente nos apasiona la reportera...un lujazo..esas Landas preciosas...gracias guapa, buen regreso, que no olvides que es el comienzo del próximo viaje, buena tarde, besos realizados..
ResponderEliminarOdry eso lo dices para darme envidia¿A que sí?Pues no me da ninguna..bueno sí,mucha.Pero lo importante es lo bién que lo habéis pasado y tu reportaje tan ilustrativo de este viaje.Por Dios últimamente parezco a Camilo José Cela escribiendo.
ResponderEliminarCuídate mucho.
:-D
DON VITO: La verdad es que, con lugares tan hermosos es difícil hacerlo mal, y eso que yo soy negada, pero en fin como dices ya sólo queda esperar el próximo.
ResponderEliminarUn besazo.
MORGANA: Ja ja ja, creo que tu estilo es mucho más fresco y atrevido que el de Camilo, pero de verdad de la buena que no intentaba dar envidia, sólo haceros participes de todo lo que vivo, bueno sólo de parte.
Un besazo.
Con tu crónica y el reportaje fotográfico es, casi, como si nosotros hubiésemos viajado contigo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola ODRY. leerte es como viajar contigo, lo relatas tan bien... que me da la sensación de ir viéndolo todo.
ResponderEliminarMagnífica reportera.
Saludos.
DISANCOR: Como sigan diciendome cosas tan bonitas, no sabes el coñazo que voy a terminar siendo, je je je
ResponderEliminarUn beso y mil gracias.
MAGDA: De eso se trata de revivir todo lo que disfrutamos y no olvidarlo, por eso lo publico.
Un beso guapa
¿Y el modelo es el padre de tus churumbeles?...ya sabes...cotilla que es una.
ResponderEliminarPSEUDOSOCIÓLOGA: Ese es el Lucerillo de mi vida, tú cotillea como si estuvieras en tu casa, je je je
ResponderEliminarUn besazo.
Espero que lo hayáis pasado bien.
ResponderEliminarLas foto, preciosas. Serán un recuerdo para toda la vida.
Un besino.
VALDOMICER: Lo pasamos genial, el viaje en sí sera inolvidable.
ResponderEliminarUn beso.
Un viaje precioso, y narrado con gusto y gracia.
ResponderEliminarLamento que hayan acabado las vacaciones, pero...así es la vida.
Un beso
PILAR: Ahora a soñar con el próximo y disfrutar de otros momentos.
ResponderEliminarUn besazo preciosa.