Ante el cambio de poder en esta mi comunidad, mi preocupación va en aumento y es que no salgo de Málaga y me meto en Malagón.
Lo mejor será que me explique, hasta ahora la Presi, santa a la que convencí en la anterior legislatura para que continuara un añito más, dado el vació de poder que dejaba el echo de que presidente y tesorero predestinados, no vivieran en la Comunidad.
La Presi, es persona que se toma las cosas en serio y siempre buscan el bien común, gracias a ella fue fácil sujetar al Paparazzi, que como tesorero tiene más peligro que Froilan con escopeta (no me he podido resistir y eso que el abuelo ha intentado desviar la atención).
Aunque falta un mes, ya se van tomando posiciones, La de cuenca sabiéndose ganadora, entre otras cosas, por que no hay votaciones, ya que va por orden de viviendas, anda organizando y lo que es peor mareándome.
Es precisamente en estos momentos cuando me digo a mi misma, -¿Nena por que te metes en estos fregaos? La vida de administradora sin sueldo, no nos engañemos es un churro.
3 Años se ha pasado dando el coñazo La de cuenca, con que la arreglemos la cera “Os denuncio” nos decía, que a mi me daba la risa, por que ya le decía yo –Eso, denuncia y me ahorro el dichoso arquitecto técnico que cobra una pasta y total te va a tocar pagar como a todos, pero desde que ve próximo su nombramiento como nueva Presidente (Dios nos coja confesados) anda más toca narices de lo normal.
3 Años ahorrando hasta el último céntimo, que hasta cambio yo las bombillas de los portales y el Paparazzi las del patio, con tal de no llamar al electricista, que no lleva una pasta, para las dichosas aceras y sus filtraciones y ahora que se está apunto de ejecutar las obras, decide cambiarlo por unos tejadillos climatizados para los descansillos, por que viene el calor, que ya le dije yo.
- Tú te asfixias como todo el mundo, que llevo tres meses organizando la dichosa obra.
La de Cuenca que no se rinde, hoy se presenta en casa y me dice lo siguiente.
- Nena, llevo unos días pensando.
- ¡Adiós! Y tú ¿Por qué piensas? Que te he dicho yo sobre lo de pensar. Que no te sienta bien y no se te ocurre nada bueno.
- Déjate de coñas, mira sal y te cuento lo que he pensado.
- A ver, sorpréndeme.
- Que podías poner unas rejas en la ventana del descansillo que da a la calle.
- ¿Y para qué?
- Para que puedas abrir la ventana.
- Si yo abro la ventana, cuando quiero.
- ¿En verano también?
- En verano no se cierra y llevo así 18 años.
- Yo pensaba que no.
- ¿Y eso es todo lo que has pensado?
- Pues sí.
- Y llevas mucho, madurando la idea.
- ¡Vale! Te estás guaseando, pero yo quería hacer el bien.
- Tu lo que quieres en enchironarme, para poder poner los dichosos tejadillos.
La risa la delato y el besito de después confirmo mis peores sospechas.
Entre el Paparazzi y sus ñapas y la de Cuenca y sus tejes manejes, a mi me va a dar algo.