8 nov 2011

UNA COMPRA DESASTROSA Y UNA MADRE EXHIBICIONISTA.

            Hacer la compra de la semana es un rollo, algunas veces voy con mi hermana y la verdad es que no se porque a nuestro alrededor termina reinando el caos, pero si además se apunta mi madre, la cosa promete.

            Jueves por la tarde. Suena el teléfono.

-         Odry
-         Hola bicho, ¿Qué te pasa hoy?
-         Nada, que me ha dicho mama que si te vienes a la compra.
-         ¿Quién nos lleva?
-         Pues yo, ¿Quién va a ser?
-         Mejor por que si nos lleva papa, no tenemos garantizada la vuelta.
-         Ni la llegada, si al supermercado le sigue llamando el Metadona (se llama Mercadona, para los de fuera).
-         Y tú que te puedes librar, de estos rollos, ya tienes ganas.
-         Pues si que las tengo, por que todavía no entiendo como te dejan entrar en la tienda.
-         Lo de la última vez no fue por mi culpa.
-         Eso díselo al pobre que se baño en cava cuando se cayo la botella de la cinta.
-         Y dale, ¿Qué fue el? Al quitar todos lo productos de alrededor.
-         Si no hubieras hecho una montaña, a punto de derrumbar, no se le hubiera caído todo en cima.
-         Bueno corramos un tupido velo, ¿A qué hora?
-         En cuanto me ponga el Burka, que no quiero que me reconozcan.
-         ¡Jolín como eres! Si se te saltaron hasta las lágrimas de tanto reír.
-         Es que nena, no parabas, cuando intentabas secarle con dos clinex arrugaos, que a saber para que los habías usado, al pobre se le saltaban los ojos y en el intento por evitarte tiro dos botes más de cristal, que el de atún en aceite hizo estragos, la encargada termino empotrada en el carrito de la señora de enfrente y la de la limpieza se sentó en  la fregona y….
-         ¡Para! Eso no fue culpa mía.
-         Nooo, pero desde entonces vas al supermercado del parque.
-         ¡Por que me pilla más cerca!
-         Si están a la misma distancia.
-         Que ganitas de tocar las narices, creo que me voy a saltar lo de la compra está semana.
-         Pues eso díselo a tus bestias pardas, que comen como limas, venga que hace un mucho que no me rió, quedamos a las 4:30.

En mi favor debo decir que las cosas no son como las cuenta mi hermana, todo fue un cúmulo de circunstancias que no tenían que ver conmigo.
 
La compra iba estupendamente, cuando ocurrió lo inevitable.
Mi madre intentaba llegar a las salchichas en la estantería de arriba (que ya son ganas, tal y como tiene el colesterol) llevaba en la otra mano un montón de cosas, mira que es avariciosa la mujer y eso que tenía el carro al lado, de repente y sin previo aviso, nos grita.

-         Nenas.
-         ¿Qué quieres mama? – Le responde mi hermana.
-         Sujétame la falda, que se me cae.
Y fue mirarla y no para de reír, allí estaba mi madre, sujetando la falda con los codos, a puntito de perderla, con las manos llenas de productos y exhibiendo sus bragaza blancas y su barriga.

-         ¿Pero estáis tontas? ¿qué me echéis una mano?
-         ¡Que voy, que voy! – Le dije a duras penas mientras el rimel se me corría por los lagrimones que apenas me dejaban ver.

Al correr sin soltar la cesta, el brazo de gitano relleno de chocolate, se escurrió de la cestita y aterrizo en el suelo.
Mi hermana, que venía detrás corriendo se resbalo con el brazo gitano relleno de chocolate y se sentó encima.
Mi madre nos miraba incrédula, por no hablar de la chica que despacha la carne, que entre risas llamaba por el walkie-talkie al servicio de limpieza, e intentaba levantar a mi hermana, que con la risa no era capaz.
Mi madre seguía con la falta a puntito de perderla, y yo que no sabía si sujetar la falda a mi madre o levantar a mi hermana o salir corriendo, como si nos las conociera, aunque me llamaran por mi nombre las dos.
En fin que ayude a mi madre a poner la falda en su sitio, mientras le decía.

-         Te voy a regalar unos tirantes, por que vaya la que has liado.

Luego me ocupe de mi hermana, que al verme sacar los clinex arrugaos para limpiarla, me dijo que me los metiera en salvase la parte y que no volvía a venir con nosotras a hacer la compra, por que aunque se reía de lo lindo, veía como peligraba su integridad física.

Lo peor de todo es que ya no hay más supermercados en los alrededores y tendré que volver a alguno de los dos, he pensado en cortarme el pelo o teñírmelo, por que, lo de las gafas de sol en invierno da un poco el cante y como creo que se han quedado con mi cara, no se como pasar inadvertida, así que acepto sugerencias.

 

4 nov 2011

PREMIOS Y PADRES, ESTOY QUE NO ME LO CREO

,Mi queridísima S. Me ha otorgado en su blog Pecados un premio, (¿Por qué creíais si no que es mi queridísima?) y tengo que contar algo que me haga realmente feliz.
Aunque algunas de las cosas que me hacen feliz no se deben contar, je je je. Ya sabéis, otras sí, como por ejemplo:

Pasear frente al mar de la mano del amor de mi vida, mientras las olas rompen contra mis pies(Tenía que decirlo, por que últimamente me lee mucho)

Sentirme útil, cada vez que puedo ofrecer algo a alguien, aunque sea una mínima ayuda, hace que me sienta de una manera tan especial que no puedo describir, pero es maravillosa.

Lo que no sé, es sí yo se lo tengo que conceder a otros diez, ya me contáis como va la cosa, que soy como mi padre no me entero, oye y hablando de padres, aquí os cuento la última de la joya de la casa.
Mi padre

Hace unos días, estaba mi hermana enseñándome en su habitación unos modelitos, de repente oímos el teléfono y mi padre mantiene la siguiente conversación.

-         Sí, dígame, no le oigo bien, ¿Quién es? ¿Me está haciendo burla? ¡Anda y que le den!

Cuelga el teléfono muy ofendido y mi madre, que estaba preparando la cena en la cocina le pregunta.

-         ¿Quién era?
-         Uno que estaba de broma, le e colgado.
-         ¿Has llamado al niño?
-         Estoy en ello.

No había pasado ni un minuto vuelve a sonar y mi padre a descolgar.
 
-         Sí dígame, pero ¿Quién es? Tenemos ganas de cachondeo ¿heeee? Pues te vas a cachondear de tú p………………madre.
-          
Mi madre interviene de nuevo.

-         Pero chico a quien le dices eso.
-         Si es que no le oigo bien y encima me hacen burla, no será el cabrito del niño.
-         ¿Pero le has llamado?
-         Estoy en ello.

Teléfono que vuelve a sonar, mi hermana y yo vamos al salón a cogerlo, pero llega mi padre antes, lo coge mientras le sale fuego por los ojos. Muy chungo mi padre, cuando le sale el Aliens que lleva dentro.
 
-         ¿Quién es? Estoy hasta los Co…….. de tanto cachondeo, vete a cachondear de tú p………..madre, pedazo de Cab.......

Mi madre nos dice.

-         Cogerlo vosotras cuando suene, que le va a dar algo – Dirigiéndose  a mi padre le dice. – ¿Has llamado al niño, para que venga?
-         Si eso intento pero no me lo coge.
-         Llámale tú Nena, que tú padre y la tecnología no se llevan.

Mi padre le da el teléfono a mi hermana y le dice.

-         Está hay el teléfono, si le he dado tres veces y no lo coge.
-         ¡Papa! ¿estás llamando a este teléfono?
-         Sí.
-         Papa este es nuestro número de casa, te estás llamando a ti mismo.
-         ¡No me jodas!

Pero es mi padre, al menos eso asegura mi madre y le queremos, sobre todo por que nos hace reír mucho.

Pasar un buen fin de semana, que yo mañana vuelvo al teatro, he engañado a los vecinos de esta mi comunidad para ir con bestias pardas y todo (Ahí, arriesgando duro), que ya están en edad de cultivarse un poco, ya os contaré y si no cuento es que han acabado conmigo.




1 nov 2011

GIMNASIOS Y OTROS DESASTRES.

            Viernes 18:30 de la tarde, suena el telefonillo.

-         Sí.
-         Nena que soy yo, habré que te tengo una sorpresita.
Ostras que intriga, que sorpresa me traerá mi hermana, pienso para mis adentros, mientras entra ella con sus gafitas de sol, bolsón de deporte al hombro y vestida para el gimnasio.
-         ¡Hola súper!
-         Hola, ¿Cuál es la sorpresita? ¿me has comprado algo?
-         No, si no tengo un duro, te he conseguido un pase para mi súper gimnasio, me lo han regalado para mi cumpleaños.
-         Y eso, ¿es bueno?
-         Toma claro, cuando lo veas te vas a querer apuntar, es súper chic
-         No estoy yo tan segura, a mí como que los gimnasios me dan alergia.
-         ¡Jo! Que pesimista eres, dile a tú Lucero que el también se viene, tenéis cinco minutitos.
-         ¿Para qué?
-         Para salir pitando, que nos perdemos el spinning.
-         ¿Y eso que es?
-         Pues hacer ejercicio encima de la bicicleta a todo pastilla.
-         Tesoro, los únicos gimnasios que e visitado han sido los de mis bestias pardas, el único ejercicio, el desgaste de lengua, para poner verde al profe, que además de borde,
 ni siquiera estaba bueno, además de sobra sabes que no hago más actividad física que las propias del marujeo y una noche de baile loca, dos o tres veces al año, que se me están oxidando las vecinas ¿de verdad crees que voy ha montarme en una bici, para echar el higadillo por la boca, después de haberme merendado toda la tarta de queso que me quedaba en la nevera?

-         ¡Qué asquito das! ¿Y dónde lo echas? Adieta ando yo y no pierdo un gramo.
-         He sacado la mejor genética de la familia.
-         Pécora y encima con recochineo, a mí eso me da igual, tengo dos pases y no tengo nadie que venga conmigo al gimnasio,  así que en marcha.
 
Hace años descubrí que cuando mi hermana pequeña para más INRI a la cual la saco la friolera de 17 años, decide algo, yo termino haciéndolo, aunque sepa que me voy a arrepentir.

Me puse mis mayas y la camiseta más ancha que encontré por casa.
Nada más verme mi hermana, me dijo.

-         Nena pareces una campana.
-         ¡Estoy mayor! Para lucir las chichas al aire, como tú.
-         Tú lo que estás es tonta perdía, vamos que tú Lucero ya está listo.
-         ¡Espera que me perfume!
-         No, si todavía se maquilla y todo, menos mal que la he convencido para que deje los tacones en casa.
 
La verdad es que con las prisas, no se me ocurrió otra cosa que coger mi Chanel nº 5 y echarme en las axilas a discreción, vamos lo que viene siendo medio bote.

Por el camino convencí a mi hermana, más bestia parda que mis propios hijos en cambiar el spinning, por el pilates, mucho más sosegado.
La clase empezó bien, pero una vez finalizado el calentamiento, el profe decidió que hiciéramos la garza, y hay me tenéis cual Karate kin cualquiera, brazos extendidos, pierna subida a la altura de la rodilla y apoyando todo el peso en una sola pierna, perdiendo el equilibrio segundo si y segundo también, 
¿por qué para que lo vamos a negar si no e sido equilibrada en mi vida, lo iba a ser mi cuerpo? Y para rematar la estampa un pestazo que salía de mis asilas increíble, hasta yo misma me mareando y todo, mierda de Chanel nº 5 esto no es lo que sale en los anuncios.
 
El pobre profesor se empeñaba en sujetarme y a mi se me caían los chorretones de la muerte, por el pestazo que desprendía.
Me daban unas ganitas de decirle al muchacho.

-         Mire usted es que yo trabajo en una perfumería, que este olor no es mío, que yo no atufo tanto.

En cuanto el hombre se dio la vuelta, corriendo le quite la toalla a mi hermana y me di dos buenos restregones, sobaquillo pa iba, sobaquillo pa bajo.

Cuando me vio mi hermana, casi me atiza un puntapié en el culo, menos mal que no llego, si no me como el espejo.
Chica que cualidades las de mi hermana hacer la garza y atizarme a la vez, como se la nota a esta chica el gimnasio.

A partir de aquí me empecé a sentir mucho mejor, una vez retiradas las toxinas, el sudor y el perfume, todo en uno, comencé a respirar con normalidad y hasta era capaz de aguantar un segundo el equilibrio.
El profe no se me volvió a acercar en toda la clase, no quiero imaginar el porqué.

            Para completar el pack  del gimnasio, una buena sauna y un bañito en el yakusi, que pensé, esto lo único bueno del puñetero gimnasio.

            Todavía tengo agujetas, pero claro solo han pasado 5 días y yo tenía un nivel de oxidación muy grande. Por cierto tampoco me he echado perfume, necesitaba liberar mi olfato de semejante intoxicación.

            Conclusión, El gimnasio no es para mi y mucho menos para mi perfume.



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26 oct 2011

TELÉFONOS ERÓTICOS, O COMO SABER CONTESTAR

            10:00 de la mañana, suena el teléfono.
 
-         ¡Sí!
-         Hola amor, que tal estás preciosa.
-         ¿Perdón? – Le digo a la voz, que dicho sea de paso, a mi no me suena de nada.
-         Te echo de menos y me gustaría verte.
-         Mire, es que creo que se está confundiendo de persona.
-         No, estás de broma.
-         Pues va a ser que no. Mire usted, no tiene la misma voz que mi marido y de momento, no me he echado ningún amante, así que creo que se está confundiendo.
-         ¿No eres Marta?
-         No, si ya se lo decía yo, que se estaba confundiendo.
-         ¿Quién eres?
-         Odry. Le digo yo ignorante pensando que se había equivocado y buscaba el nombre de alguna compañera.
-         Vaya, pues es que me he quedado sólo en la oficina y he dicho voy llamar a mi compañera.
-         Pues mire no soy yo. – Diciéndome a mi misma Estos dos están liados. ¡Aquí hay tema!
-         ¿Cuántos años tienes?
-         ¡Huí! Un montón, soy muy mayor, mucho mucho, así que no se deje llevar por la voz juvenil.- Y es que, como todo el mundo dice que tengo voz de niña, ya se lo iba aclarando yo, no fuera a pensar que hablaba con una jovencita.
-         Me estás engañando
-         Que no. – Mira que son raros los hombres, si eres sincera no te creen, con tal de imaginarse lo que ellos quieren, como si le dices que eres anciana.
-         ¿y tú, cuantos años me echas?
-         Unos 30. – Pa quedar bien, como leches voy a saber cuantos años tiene, si no le e visto en mi vida, pero por no fastidiarle el ego, desde por la mañana temprano.
-         Pues tienes una voz muy bonita.
-         Sí eso dicen.- Al principio pensaba que le daba apuro el haberse equivocado, pero me empezaba a darme la sensación, que estaba la mar de a gusto con el error.
-         ¿Qué llevas puesto?







Aquí es donde pensé, Seré infeliz, este no quiere disculparse, ni está dando un rodeo por el apuro ¡Este es un pervertido! Un toque de sinceridad y la libido a freír monas.





-         Pues las zapatillas de Piolín y el chándal que uso para la limpieza, bien manchadito de lejía y muy anchote, con pelotillas de las grandes, de las que cuando las arrancas y se tropiezan con ellas los niños  por el pasillo, pueden jugar al fútbol.
-         ¿Y qué haces?


-         Tender la ropa, preparar la comida, recoger las habitaciones, pasar el aspirador, limpiar el polvo, hacer los baños, ¡nene que soy Maruja en funciones!
-         ¿No trabajas?
-         No, estoy dentro de esos 5.000.000 de parados. – Haber si hay suerte y me contrata, aunque lo mismo y pensando en para que me contrataría, mejor no, que no estoy yo PA trotes.
-         Me encanta tú voz, ¿Te importa si me masturbo?
Pero será cerdo el tío, bueno por lo menos me pide permiso, estoy gilipollas, lo que tenía que haber echo es colgarle, mierda de educación la mía.
-         Hombre, a mi como si te la machacas contra una piedra, pero es que tengo que tender la ropa, que si no a tomar por saco el horario marujil. - ¿Y yo porqué le doy explicaciones a este imbécil si no le conozco y encima es un guarro?
-         Que pena, oye perdona por el error.
-         ¡Nada, nada, Adiós!

A sido colgar y pensar ¿Cómo puedo ser tan pava?, con lo mayor que soy y todavía me pillan fuera de juego estás situaciones.

No se porque al cumplir los 40, parece que las mujeres adquirimos un pasaporte de invisibilidad, que nos proporciona un salvoconducto contra obscenos, salidos y demás fauna varonil en pleno vigor primaveral a pesar de entrar en el invierno.

En fin, que hay gente pa too.




23 oct 2011

Y EL TEATRO FUE LA SOLUCIÓN

   No soy persona que se conforme y menos cuando me siento así, sobre todo por que creo que no tengo derecho a estar triste, cuando hay tanta gente que realmente le sobran los motivos y no se puede permitir el lujo.

   ¡Adiós melancolía! Que la vida es corta y ya tendré momentos mejores para ponerme tontorrona.
 
   Y nada mejor para ello que una maravillosa tarde de teatro. Estuve en uno muy especial y que desde aquí recomiendo, aún sabiendo que una vez lo conozca la gente, no habrá manera de encontrar entradas.

Teatro karpas es su nombre, es pequeño, tan pequeño que apenas cuenta con unas 60 butacas, lo que hace que haya una maravillosa cercanía entre actores y publico, dándole un tono casi intimo y personal, que deja cierto regustillo agradable. Es ese tipo de teatro que te sientes el primero o el último, no sentirás la distancia, sencillamente por que no existe.
 
La representación era  “Eloisa esta debajo de un almendro” de Enrique Javier Poncela, yo la había visto en otra ocasión y sabía que el argumento me iba que ni pintado, una familia en la cual todos y cada uno de sus miembros estaban más o menos locos, con un misterioso crimen de por medio.
 
Que mejor tema que la locura, para está locura de vida en la que la humanidad se está sumergiendo, olvidándonos de vivir, para conseguir todo aquello que desde la tele o la sociedad nos dicen que es indispensable y que probablemente una vez lo hayamos conseguido, no nos hará ni minimamente felices, eso sí creeremos estar más en la onda, y así sentirnos integrados.
 
La verdad es que el Director Manuel Carcedo, ha conseguido sacar lo mejor de todos y cada uno de los actores, es por eso que la recomiendo, a todos aquellos que necesiten un momento de locura, para saborear todo lo bueno que la vida nos ofrece y lo maravilloso de estar más o menos cuerdo o loco, según se mire.

20 oct 2011

Y SIN EMBARGO...

            ¿Se puede estar triste, a pesar de sentir cierto grado de felicidad?

No me ocurre nada malo, ni disgustos, más allá de los que puedan dar mis bestias pardas, ni problemas que no tengan solución, tampoco existe una enfermedad de algún ser querido o mía propia de difícil curación, ni siquiera discusiones con amigos, familiares o vecinos y eso que el Paparazzi lo intenta de vez en cuando, sin olvidar a la de Cuenca que me tira de la lengua, aunque se que no lo hace para molestar, si no más bien para oírme un ratito. A pesar de la edad, estoy bien con mi cuerpo y mis arruguillas, tengo pelo en la cabeza, aunque al paso que se me cae, en la próxima foto me veréis calva, pero nada de esto me produce la tristeza.




          
  Lo más raro es que soy feliz, siento una especie de bienestar conmigo misma, tengo una agenda llena de cosas por hacer y muchas ganas de vivir, me gusta mover el mundo, no que el mundo me mueva, me gusta cambiar las cosas, no que las cosas me cambien, me gusta luchar en todas las batallas y no darme por vencida hasta el final, prefiero arrepentirme de lo que hago y pedir perdón, que no hacer nada y dejarme llevar por la hipocresía, pero estoy triste.




            Lloro con los anuncios, las noticias, películas, hasta con los dibujos animados, bueno teniendo en cuenta que las noticias son todas malas, que los anuncios son  de pena y los dibujos animados, son de psicoanálisis, tan poco es de extrañar, pero no como para llorar, digo yo.

            Según Nereidas y yo lo comparto, si estas feliz conseguirás el éxito, no al revés, con lo cual yo debo de tener un montón y sin embargo estoy triste.
 
            Bueno la verdad es que pensaba que con este psicoanálisis encontraría la razón por la que estoy triste, pero nada, quizás sea por lo que estamos viviendo, la gente quedándose sin casa, buscando en la basura, perdiendo todo por lo que lucharon, mientras algunos, están pendientes de chorradas como tener muchas televisiones autonómicas o nacionales, para podernos lavar el cerebro y que no pensemos en como cierran ambulatorios y hospitales. Personas que dirigen un banco a la ruina se lleven indemnizaciones de 20 millones de €, para eso pueden contratarme a mi o a cualquiera, quien no arruinaría un banco por esa cantidad. ¿No seria más normal pagar por reflotarlo sin recibir ayudas que salen de nuestros impuestos?
 
Esto parece el mundo al revés. Noticias como que de la reunión con ETA han dicho que lo primero que tienen que hacer es dejar las armas, señores creen realmente que para decir semejante coherencia hacía falta pagar el dineral que han pagado y que nadie sabe de donde ha salido a tanto señor extranjero, por muy buen nombre o reputación que tenga. Justamente eso es en lo único que todo el  mundo está de acuerdo por pura coherencia, nadie se puede sentar a negociar con otro mientras este te apunte con un arma, eso tiene otro nombre, ¡por Dios!
 
En fin que lo mío no es la política, simplemente intentaba saber por que demonios llevo una semana sintiéndome triste, no quiero dar pena, realmente no me ocurre nada y tampoco hay razón para este sentimiento, pero necesitaba expresarlo, a veces si cuentas algo que te produce malestar, es como si fueras capaz de enfrentarlo y de esa manera cambiarlo, por eso seguramente mañana me sentiré bien, así que no quiero nada de compadecimiento, si acaso un buen psicoanálisis.
¡Ser felices!

¡Manda huevos la gilipollez que acabo de escribir!
PD: Perdonar mi estupidez, no es crónica, al menos esa es la ilusión que tengo.

JUICIO LEVE DE FALTAS

  VECTOR PORTAL Como ya os conté, Manuela tuvo un brote y, en plan chungo, me dejo claro que no era su vecina favorita y que, en cuanto me d...