Tres y media de la tarde, y ando frente al mini espejo
de 10 aumentos, quitándome un pelillo negro que me ha salido en la barbilla. Antes
de devolver el espejo al baño, tengo la brillante idea de quitarme un punto
negro en el centro de la nariz. En vez de uno, me vengo arriba y me dejo la
nariz más brillante que el baño del “Mister Proper”. Devuelvo el mini espejo de
10 aumentos al baño, y cuando me veo reflejada en el gran espejo del baño, me doy cuenta que me
he dejado la nariz más roja que Rudolf en Navidad o, como diría Francisco de Quevedo:
“Era una nariz a una mujer pegada”.
Me dispongo a lavarme la cara con agua fría para
bajar la inflamación y llaman al timbre de la puerta. Es justo en momentos como
este, cuando yo me digo eso de: ¿Porqué a mí?
Maldigo mi suerte y el día que compré el dichoso espejito, mientras bajo las escaleras. Llegó abajo y miro a mi alrededor desesperada, Buscó algo con lo que taparme la nariz, a la par que se me vea la cara, pero el timbre vuelve a sonar y no me queda otra que abrir.
Abro la puerta y me encuentro a mi vecina Ana.
«No hay problema, está es de confianza». Pienso, mientras respiro aliviada.
Aun así, me mantengo detrás de la puerta con disimulo. Que tampoco es cuestión
de airear esta napia.
Me cuenta que los jardineros han derribado la farola.
— ¡No me fastidies! — Le digo. — ¿Y la han roto? — Le pregunto preocupada.
— La han dejado para el arrastre. Pero
a mí, lo que me mosquea, es que han barrido los cristales y la han vuelto a
colocar, como si no hubiera pasado nada. Por eso he venido corriendo a
avisarte.
— No te preocupes, que ahora mismo
llamo a su jefe para que la arreglen. — Le digo, pensando que se quedará tranquila.
— Yo había pensado, en decirles algo. No vaya a ser que se larguen y no se hagan responsables.
Ahí le a dao. No me va a quedar otra que salir y hacer frente de esta guisa. Le digo que no se preocupe que yo me encargo. Ana me dice que no me deja sola y que me espera, mientras los vigila, que los tiene enfrente.
Comienzo a disimular y hago que no encuentro las playeras y Ana, muy amablemente, me dicen que está debajo del radiador. Sonrió por no llorar y cojo el abrigo, las llaves y no me da para más, que Ana me presiona, no se vayan a marchar.
Al ver que no me queda otra, salgo y para disimular,
hecho mano del único clínex que había en el bolsillo y que estoy segura ha vivido
mejores momentos.
— ¿Que ha pasado? — Jardinero que me pone los ojitos del gato de Srek, y yo que pienso; como siga así, al final pago yo
la farola.
— ¡Un golpecito! — Repite
Ana, que lo estaba esperando. — Si la he visto volar por delante de
mi ventana.
El hombre que se me queda mirando la nariz y a mí, que me arde la cara del agobio, por si estuviera poco inflamada...
— ¿Te encuentras bien? — Me
pregunta Ana, que ve como el color rojo se esparce por toda la cara.
— Si, parece que le está dando algo.
Y si que me estaba dando, una vergüenza espantosa, pero lo trago y les digo que será una reacción alegica y que me voy corriendo a por un antihistamínico y de paso, le mando un mensajito al jefe, para que vaya dando el parte al seguro.
Me meto en casa, me apoyo en la puerta y pienso:
«¿Qué he hecho yo, para merecer esto...?
jajaja, la vida no se puede tomar tan en serio, los jardineros ya lo han olvidado y se preocupan por la farola yo lo he disfrutado y me he reído imaginando en la situación. Abrazucos
ResponderEliminarGracias tesoro! Si la que no me olvido soy yo, que pase mucha vergüenza.
EliminarUn besote
El otro día eran
ResponderEliminarlas quejas de la
vieja , y ahora
esto .
Si tesoro, mi vida es un no parar, ja ja ja.
EliminarUn saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTesoro si lo hiciera para ganar seguidores, comentaría y seguiría a muchos más blogueros-as. No soy de cumplidos, soy un verso suelo y sólo hago lo que me nace del corazón.
EliminarDe cualquier manera, me alegra ver, que te has tomado la molestia de leer mis comentarios y seguirme, así sabrás que sólo comento a cuatro. Pero si querías llamar mi atención ¡Enhorabuena! Lo has conseguido. Eso no significa que me vaya a explayar o que te comente siempre. Tengo muchas historias por contar y quedar bien, no es mi prioridad.
Un fuerte abrazo.
gracias querida por tus comentarios en mi blog
ResponderEliminarbeso
Te diría que de nada, pero es que no consigo ubicarte con ese nombre. De cualquier manera, mil gracias por tomarte la molestia de comentar y darme las gracias.
ResponderEliminarUn abrazo y no tengas en cuenta mi despiste, soy desastrosa y sin remedio, pero de verdad
Bueno aqui esta mi blog Beso querida
ResponderEliminarPerdona, ahora sí que se quien eres, me había despistado lo de "Mucha", y claro, yo no comento a muchos blogs, pero al recordar ese nombre, no quería ser cínica. Puedo ser desastrosa, pero no mentirosa. Un besote y mil perdones.
ResponderEliminarTesoro, no seré yo, quien te lleve la contraría. La critica forma parte de la vida, si me expongo, es precisamente para que me hagan ver mis errores, sino, nunca hubiera publicado mis novelas. No soy escritora, tan sólo sueño con serlo, aquí aprendí de todos mis compañeros y aquí vuelvo para seguir aprendiendo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por leerme.
Wow
ResponderEliminarDramática hora
Espero que todo haya vuelto a la normalidad.
:)
Buen día, ODRY 🏙