12 oct 2023

Najac

Nos dirigimos a Najac, aprovechando que las nubes comenzaban a disiparse. Eso no significa, que nuestras fotos vayan a ser mejores, aunque si menos borrosas.


Según mi lucero, la culpa es del palo para hacer los serfiels. Yo en cambio pienso que es un problema de pulso, o de la falta de él. Que estamos los dos como para robar panderetas.


Najac está en lo alto de la colina, como casi todos los pueblos de zona. Imagino que, aunque estos franceses piensan en todo, no pensaron en las vistas que les iban a quedar, sino en cómo protegerse de posibles ataques. Fuera por la razón que fuese, les han quedado unos pueblos de lo más cuquis. No solo por el tipo de construcción que a perdurado durante siglos, sino por el entorno en el que se encuentran.

El parking para autocaravanas estaba situado al pie del río. En un lugar ideal para hacer multitud de deportes. La única pega que le vimos era la distancia que había hasta el pueblo. Puede que no fueran muchos kilometros, pero si en cuesta, hasta la cima de la montaña y lo que hizo que nos declinaramos por acercarnos al pueblo con la autocaravana, a ver si encontrábamos algún lugar donde dejarla.


Como no había muchos turistas por la zona, encontramos el lugar ideal entre un prado verde donde pastaban las vacas y el cementerio, y desde allí emprendimos la caminata. Había dos carreteras, una en cuesta y la otra llana. Optamos por la aparentemente llana. Y además de andar el doble, resultó que había que subir por unas escaleras de escalones para baloncentistas. Tras nuestro recorrido por el pueblo, bajamos por la carretera que estaban a menos de quinientos metros de nuestra autocarava. La aventura es así, no importa lo que se tarde en llegar, lo importante es disfrutar del viaje.


Y disfrutar, ya os digo que disfrutamos. Visitamos el castillo, la iglesia y los fotografiamos todo, todo menos las vacas no fuera a ser que se molestaran.



7 oct 2023

CORDES SUR CIEL

 

Creador: Jean-Paul Tonnelier 

https://commons.wikimedia.org
/wiki/File:Cordes-sur-Ciel.jpeg


A veinticinco kilómetros de Albi, nos encontramos con Cordes-Sur-Ciel.


Había amanecido muy nublado y nuestras fotos han resultado infumables (Como casi todas las fotos del viaje, pero esta vez, con excusa).


Las temperaturas bajaron y eso hizo que la visita al pueblo medieval, situado en lo alto de la colina, no resultara una dura penitencia, por no decir un calvario.


El pueblo cuenta con cuatro murallas concéntricas que protegen un conjunto de calles estrechas y tortuosas asemejándose a un laberinto.


CORDES SUR CIEL
https://pixabay.com/da/photos/
frankrig-cordes-sur-ciel-skyer-4876622/

La visita a Cordes nos trajo recuerdos de nuestro último viaje a Italia, cuando estuvimos en Civita di Bagnoregio, la ciudad que nunca muere.


Sin entrar en comparaciones (que son odiosas), Civita tiene una atmosfera especia que te atrapa en cuanto cruzas el largo puente que te lleva hasta ella. Al igual que Cordes, cuando las nieblas o nubes bajan, estos pueblos quedan como suspendidos en el cielo. Una imagen de cuento de hadas que jamás   olvidaremos.

CIVITA DE BAGNOREGIO
Creador: Fine.Shoot
https://www.flickr.com/photos/stemar65/11895814006


3 oct 2023

ALBÍ, LA CIUDAD ROJA DE FRANCIA



 

Creador: Benh LIEU SONG 
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0

Como Toulouse nos había gustado, seguimos nuestro periplo rumbo a Albi. Estábamos llegando a la ciudad, cuando vi un centro comercial y le dije a mi Lucero: 


—Tesoro, quieres que echemos un vistazo. Lo mismo tienen cafeteras a precios razonables.


No había terminado la frase, cuando él ya estaba tomando la curva de la entrada. No voy a exagerar diciendo que hicimos ruedas o que la autocaravana se tambaleo, porque entre lo que pesa la auto y lo tranquilo que conduce mi chico, sería un autentico milagro. Pero os aseguro, que en menos de un minuto estábamos bajando de la auto rumbo al supermercado.


Encontró la zona de pequeños electrodomésticos a la primera, que yo me quedé pensando: «¿Seguro que es la primera vez que viene? Con la de vueltas que solemos dar, cuando entramos en un supermercado nuevo.»


 Desde el principio del pasillo, pude observar como se le iluminaba la cara. «Ni cuando vienen los reyes magos». Pensé. Se abrazó a una cafetera que estaba a muy buen precio (Francia ya no es lo que era o España ha subido más de lo que nos están contando) y no la soltó hasta que pasamos por caja. Era como un niño con su juguete nuevo.



Con una buena dosis de cafeína en el cuerpo, mi lucero encontró el área de autocaravanas que estaba en el centro de la ciudad, escondida entre una arboleda en el lateral de una carretera angosta y con una pendiente no apta para cardiacos.


A pesar de ser muy pequeña, tuvimos la suerte de encontrar donde pernoctar y el lugar no podía ser más agradable y tranquilo. Eso sí, seríamos el primer plato de los mosquitos, pero por lo menos, estaríamos a la sombra y dormiríamos sin peligro de asfixia por el calor.


La visita comenzó en la catedral, cuyo estilo es difícil de definir: entre ecléctico y complejo. Y no, no lo digo yo, es lo que pone en todas las guías.




El edificio actual fue construido en parte durante el siglo XIII. Pero el templo medieval se comenzó a construir en el siglo V y reúne los estilos gótico meridional compacto y el gótico nórdico vertical luminoso.



Compacta y luminosa, ya me explicareis cómo encaja eso. Yo por mi parte, la vi impresionante e impactante con todas aquella pinturas de colores azules y doradas decorando la bóveda, las paredes y los pilares.

https://commons.wikimedia.org/wiki/
File:Henri_de_toulouse-laurtrec,_monsieur_
fourcade,_1889,_02.JPG
Después pasamos por el museo de Toulouse Lotre, ubicado en el palacio de Berbie, a ver si se me pegaba algo, que últimamente, no me pinto ni los labios.


El museo tiene las obras donadas por la familia y está situado en un edificio que, en sí, merece una visita, es una pasada y tiene unas vistas al río que son espectaculares.


No sé cómo me las apaño, pero raro es el pueblo que visitamos que no está en fiestas o celebrando algo y no, no lo he buscado a propósito. Es algo que surge de forma innata, que para algo estamos en verano.


 En este caso, había distintos tipos de puestos con comidas de lo más variadas y de todas las culturas, al lado, un montón de mesas para disfrutarlas. El buen vino y algo dulce de postre fuer la guinda a un día en el que no os lo voy a negar, disfrute casi tanto como mi lucero con su cafetera.



Pero lo mejor de todo, fue la tormenta que comenzó pasadas las once, pensamos que al aparcar en un sitio de tierra podríamos quedarnos atrapados, pero como estábamos felices por lo bien que habíamos comido y bebido, tampoco nos pareció un drama.

Dormimos fresquitos y a la mañana siguiente la auto salió como si nada para seguir nuestro camino y visitar nuestro próximo destino.

Vistas desde el museo
CATEDRAL DE SANTA CECILIA
ALBI

         

24 sept 2023

TOULOUSE



 

Autor, Diego Delso

Lunes, seis y media de la mañana y mi Lucero que se pone en marcha.


—¡Nena voy a organizar la auto para el viaje! Tú sigue durmiendo.


                               imagen en: Flickr |
             https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/
                 Creador: Pom' 

«¿Dónde irá a estas horas? Sí Toulouse no se va a mover del mapa». Pienso con resignación y me doy la vuelta en la cama haciendo mentalmente una cuenta atrás.«Tres, dos...»


—¡Nena! ¿Dónde has puesto el cepillo?


—¿Cómo se nota que no barres? —Le digo medio mosqueada y me levantó con resignación.


—¡Tampoco tú cambias el baño y yo no protesto!


Hay lleva razón y me bato en retirada. Cada uno tiene sus funciones en la autocaravana.  


Cojo mi yogurt de chocolate y le veo que colapsa. La cafetera de Jors Clunie se ha vuelto loca y tira agua por todas partes, menos por donde tiene que salir el café.


—¿Qué le pasa? —Me pregunta como si no lo entendiera.


—Que esa antigualla a pasado a mejor vida.


—Voy a desmontarla por si tiene arreglo.


—¿En serio? Le contesto alucinada.


—¡Qué poca fe me tienes! Me rechista con rabia.


—Fe, te tengo mucha, pero como técnico... —Lo dejo en el aire, no se me vaya a ofender que nos quedan todas las vacaciones por delante. Podemos comprar otra cuando bajemos por Andorra.. —Le digo para consolarlo y me quedo tan ancha.


—¡Eso es dentro de quince días! —Me contesta muy airado.


—Puedes usar la cafetera italiana. —Para que luego diga que no tengo soluciones para todo.


—¡Vale! —Me dice con cara de mustio que el tío borda el drama. Yo caigo y le pregunto:


—¿A cuánto está Andorra?


—No mucho. ¿Podemos pasar antes de llegar a Toulouse? —Me dice y se le ilumina la cara, Como si recorrer cuatrocientos kilómetros, fuera lo mejor que le podía pasar en la vida al muy inconsciente. 


Sabía que mi Lucero era adicto, pero no imaginaba hasta donde podía llegar por una cafetera. Cambiamos de planes como tres veces y al final nos ponemos en marcha rumbo a Toulouse que pasar por Andorra nos saca hasta del mapa. 

Llegamos a las cuatro de la tarde y los termómetros del Parking Cité de l'espace marcaban treinta y ocho grados a la sombra. Y, son precisamente las sombras las más solicitadas. Encontramos un buen sitio y bajamos la moto para ir al centro de la ciudad.


Sudamos como pollos y nos tenemos que dar un agua antes de salir. Es esos momentos, cuando una piensa: «¿Dónde están el fresquito del sur de Francia? Antes pasabas los pirineos y una se colocaba la rebequita al atardecer. Ahora cruzas los pirineos y te fundes como si estuvieras en el desierto del Sahara.



Nos recorrimos la ciudad durante horas, disfrutando de sus calles y plazas, pero como la orientación no es lo nuestro, nos perdimos a la vuelta y eso que llevábamos mapa. Estuvimos dando vueltas por la ciudad cerca de una hora y lo peor es que todo nos sonaba. Al final, encontramos la moto y conseguimos volver al área. Allí, pasamos una de las noches más calurosas de todo nuestro verano, para que luego digan de España.


A pesar del calor y de perdernos(Tres veces pasamos por debajo del dichoso mapa), la ciudad es preciosa y merece la pena visitarla. Os describiría sus grandes avenidas, sus maravillosos monumentos y hasta el diablo que hay sentado sobre uno de los pilares del puente, pero como una imagen vale más que mil palabras, os dejo algunas fotos, tanto nuestras como de otros para que disfrutéis tanto como nosotros al recordarla.



Creador: George Lawie





16 sept 2023

EL PEINE DE LOS VIENTOS O COMO SOBREVIVIR A UNA RESACA


 

No sé, si es el Karma que me putea o alguna extraña alianza de constelaciones, pero hay cosas que me cuesta asimilar.

Que voy a la playa un maravilloso día de sol, se nubla; que salgo a tomar algo y me pongo mona (no llego a orangután, aunque todo se andará), llueve; y así una tras otra. Aunque debo confesar, que en está ocasión la culpa no fue del karma, fue del txakoli que me bebí la noche anterior.

Sentí la resaca, incluso antes de abrir los ojos. Mi lucero cantaba y a mí ganitas me daban de arrancarme las orejas. No afinaba ni tarareando. La diplofonía de este hombre se multiplica en mi cabeza por la resaca.

A pesar de sentir que el cerebro te va a estallar, no le mandas a cantar a la cumbre de monte Igueldo, no, te levantas con una sonrisa y le dices eso de:

—¡Qué animadillo estás, cariño! Cualquiera diría que no nos acostamos a las tantas…

—Es lo que tiene estar de vacaciones, que me siento nuevo y hace un tiempo perfecto para disfrutar o hacer deporte. Me han dado unas ganitas de salir a correr...

—¡Pues corre hombre, no te cohíbas! Yo te espero en la auto. —Le digo mientras me sujeto la cabeza, para que no explote.

—¡No quiero dejarte sola!

Que tú abres los ojos de par en par, como si no lo pudiera creer, y le dices eso de: —Mi vida, son tus vacaciones, tienes que disfrutarlas a tope. Por mí no te preocupes, que tengo que escribir la novela y no me vendría mal trabajar un par de horas.

—¿Estás segura?

—¡claro, hombre! Y cuando vengas, nos vamos a la playa. —Le digo toda esperanzada, mientras le veo dudar.

—¡No! Vamos a la playa que tú también tienes que disfrutar. Podemos pasear por la Concha, hasta llegar al Peine de los vientos.

Qué tú te miras en el espejo del baño y piensas: «—Como para vientos estoy yo». Pero te limitas a decirle que es una idea maravillosa, mientras intentas hacerte una coleta para sujetar los pelos de loca con los que te has levantado. 

Segundos más tarde, desistes, porque cada vez que intentas meter la maraña de pelo en la goma, las sienes comienzan a latir como si tuvieran vida propia y es justo en esos momentos, cuando una recuerda la razón por la que nunca bebe más de tres copitas de vino.

Fuimos a ver el peine de los vientos, que hace honor a su nombre. Y mi melena lejos de mejorar entra la humedad del mar y el viento, tenía un estilismo que ni los de Llongueras en los ochenta.


Por supuesto, se nublo en cuanto nos tumbamos en la arena, pero la temperatura era agradable y se estaba de maravilla.

A eso de las doce, di fe del cambio climático. Me metí en el agua del tirón y apenas tirité un poco. He pasado veranos enteros, mojándome tan sólo los tobillos, así que, si me pude meter hasta el cuello, es que la cosa está peor de lo que imaginaba.

Pero me quedo con lo bueno y Donostia estaba más bonita que nunca.

6 sept 2023

LA PLUMA DEL ESCORPIÓN

 



https://amzn.eu/d/7LrQGSx

¡Por fin, he publicado mi tercera novela!

La publicación de un libro, es algo similar a un parto (Salvando las distancias). Te pasas nueves meses trabajando día y noche para crear una historia y a sus protagonistas. Un buen día, sientes un fuerte dolor en el pecho, el pánico se apodera de ti y la incertidumbre te carcome. Cuando piensas que no puede ir a peor, abres el libro y te encuentras la primera errata.

https://amzn.eu/d/7LrQGSx

El aire no entra en tus pulmones, el pulso se te dispara y tú, tú te quieres morir. Lo malo, es que no puedes, antes lo tienes que corregir. Porque si alguien lo ve, en vez de fijarse en esa maravillosa historia que has construido, con su trama, su acción, sus chascarrillos y hasta sus víctimas (alguien tiene que morir...). Lo único que verá, es que te faltan tablas y un buen corrector (es lo que tiene la auto publicación, que algo siempre se te escapa).

Aun así, habrán valido la pena las horas frente al ordenador, las noches sin dormir y todos esos momentos que te pierdes por poder escribir. Todo es poco, si lo haces por perseguir un sueño, el sueño de ser escritora.

Tras pintar al óleo la portada, maquetar el libro y publicarlo (Solo me ha faltado imprimirlo).  Ha visto la luz.

La pluma del escorpión, es una trepidante historia de espías. Donde rusos, americanos, chinos y demás, se enfrentan a un misterio que no deja de causar bajas en uno y otro bando.

https://amzn.eu/d/7LrQGSx

Resolverlo les va a llevar a un lugar tan exótico como Villa de Vallecas. Un distrito de Madrid, donde uno de sus barrios, va a ver como su vida cotidiana se ve alterada tras la aparición de un hombre herido mortalmente.

Un encuentro fortuito, coloca a una escritora y a sus amigas, en el punto de mira de un policía incansable que las perseguirá sin descanso. Un parque mortal, unas amigas peculiares y un vecino metomentodo, sacaran de sus casillas a los gobernantes más poderosos.


Espero que os guste.

Se puede encontrar en Amazon: https://amzn.eu/d/7LrQGSx

JUICIO LEVE DE FALTAS

  VECTOR PORTAL Como ya os conté, Manuela tuvo un brote y, en plan chungo, me dejo claro que no era su vecina favorita y que, en cuanto me d...